EE.UU. produce más desechos plásticos por sí mismo que toda Europa
Los residuos plásticos tienen impactos devastadores en la salud del océano, la vida silvestre marina y las comunidades costeras. Sin embargo, en muchos países los procesos de reciclaje y su infraestructura son actualmente extremadamente insuficientes para gestionar la complejidad y la cantidad de residuos plásticos producidos, que en gran medida acaba en vertederos, cuando no directamente en la naturaleza. Y no hablamos solo de países en vías de desarrollo o sospechosos habituales como China: en realidad la nación que más deshechos plásticos genera es Estados Unidos (EEUU), que con un total de 42 millones de toneladas al año produce más basura que los veintisiete países de la Unión Europea combinados.
Así lo pone de manifiesto un nuevo informe de las Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina, que había sido encargado la pasada legislatura por el Congreso estadounidense y detalla la evolución a peor de este tipo de desechos en el país norteamericano. Para atajar el problema, el documento conmina tanto al cuerpo legislativo como a la administración liderada por el presidente Joe Biden a crear una estrategia nacional de aquí a finales de 2022 para que el país reduzca su contribución a la basura plástica global y establecer un sistema de monitoreo ampliado y coordinado a nivel nacional para rastrear la contaminación plástica, además de fijar prioridades de reducción y gestión.
Las cifras no engañan: el informe confirma que las contribuciones de EEUU a la producción y desperdicio de plásticos son enormes en comparación con otras naciones. Aunque estudios anteriores ya apuntaban a la desproporcionada generación de desechos de los estadounidenses, que producen un promedio de entre 2 y 8 veces la basura que cualquier otro país, ninguno había apuntado con tantos datos hacia este material generado con combustibles fósiles. En 2016, el gigante norteamericano, que ha aumentado cada año desde la década de 1960 la cantidad de plástico producida, generó 42 millones de toneladas de residuos de este tipo, lo que lo convierte en líder de este ránking de dudoso honor.
De esta enorme masa de residuos, se estima que hasta 2,2 millones de toneladas de plástico, entre los que se incluye desde botellas y pajitas hasta envases de alimentos, se filtra al medio ambiente cada año, aunque esta cantidad podría ser incluso mayor debido a la falta de datos de rastreo. Y gran parte de este plástico termina, a través de ríos y arroyos, en los océanos: en todo el mundo, al menos 8,8 millones de toneladas de desechos plásticos acaban en el medio marino cada año, lo que equivale a tirar un camión de basura lleno de plástico al océano cada minuto. Si continúan las tendencias actuales, los científicos han estimado que este total podría aumentar a 53 millones de toneladas anuales para 2030, que es aproximadamente la mitad del peso de todos los peces capturados en los océanos a nivel mundial cada año.
“Los desechos plásticos son una crisis ambiental y social que los EEUU deben abordar de manera urgente desde la fuente hasta el mar”, ha asegurado la presidenta del comité de expertos que redactó el informe, Margaret Spring. Según esta investigadora y directora de conservación en el Acuario de la Bahía de Monterey, “los desechos plásticos que generamos Tienen muchas consecuencias: impactan en las comunidades costeras y del interior, contaminan nuestros ríos, lagos, playas, bahías y vías fluviales, imponen cargas sociales y económicas a las poblaciones vulnerables, ponen en peligro los hábitats marinos y la vida silvestre, y contaminan las aguas sobre de los que los humanos dependen para alimentarse y ganarse la vida”.
El informe explica que, si bien el sistema de gestión de residuos sólidos de EEUU es en general avanzado, tiene un gran problema de volumen y es claramente incapaz de gestionar la enorme cantidad de residuos que genera el país. Por eso, sus autores consideran que “existe la necesidad y la oportunidad de expandir y evolucionar la gestión de residuos sólidos municipales para garantizar que se gestionen mejor los residuos plásticos” mediante unas políticas federales que sean coherentes, integrales y transversales. En concreto, el informe apunta que esta estrategia debe ser desarrollada por un grupo de expertos o un organismo asesor externo, antes del 31 de diciembre de 2022, para que su implementación sea efectiva en la primera mitad de esta década.
Eso sí, el informe reconoce que no existe solución mágica para abordar el problema, por lo que cualquier estrategia nacional debería emplear un conjunto de intervenciones en cada etapa del flujo de plásticos hacia el océano, llenar las brechas en la cobertura y aplicar las lecciones aprendidas en los EEUU a otros países. En este sentido, si el gigante norteamericano asume un papel de liderazgo en la prevención de la contaminación plástica le permitiría influir en la producción, el diseño y la innovación mundiales del plástico, y posiblemente crear nuevas oportunidades económicas.
En cualquier caso, las tendencias internacionales más amplias influirán en cualquier esfuerzo por reducir la contaminación plástica. Y es que Estados Unidos, Junto con muchos otros países desarrollados, solían subcontratar su problema de desechos enviando plásticos a China, pero estas importaciones fueron detenidas por el gigante asiático en 2018, lo que ha llevado a un aumento en los desechos plásticos enviados a otros países del Sudeste Asiático, como Vietnam y Tailandia, donde las capacidades de reciclaje son mínimas. Acabar con este tipo de prácticas, como ya ha hecho la Unión Europea, será clave para frenar el enorme problema plástico.
Ante esta difícil situación internacional, las alianzas deberán jugar un papel central. El informe asegura que, si bien el gobierno desempeñará un papel fundamental en la organización de una estrategia nacional, la colaboración entre los actores en los sistemas de desechos plásticos será esencial, al igual que un programa sólido de monitoreo e investigación y una participación pública activa.
[Este contenido procede de El Ágora. Lee el original aquí]