La planta madrileña de Valdemingómez generará anualmente el biogás equivalente al consumo de 405 autobuses de la red de tranposrte municipal, lo que repercutirá en unos ingresos de 3 millones de euros al año para el Ayuntamiento de Madrid.

Así lo ha explicado este viernes el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, pocas semanas antes de que el complejo de biometanización esté a pleno rendimiento tras un periodo de rodaje. Entonces podrá gestionar unas 295.000 toneladas de residuos orgánicos, el 70 por ciento de la materia orgánica procedente de los residuos domiciliarios.

Esta transformación de residuos urbanos en biogás supone reducir la emisión a la atmósfera de 300.000 toneladas de dióxido de carbono. Se avanza así en el objetivo marcado por la Unión Europea para 2020 de reducir en un 20 por ciento tanto la emisión de CO2 como el consumo de energía, al mismo tiempo que se incrementa en otro 20 por ciento la producción de energías renovables.

La puesta en marcha del Parque Tecnológico y de las dos plantas de biometanización, La Paloma y Las Dehesas, se inscribe dentro del reto asumido por el Gobierno municipal de reducir el impacto y la huella ambiental de los 4,8 millones de habitantes de Madrid, entre residentes y población flotante. Mediante la puesta en marcha de estas instalaciones, se acabará con el proceso de compostaje al aire libre que se realizaba en la actualidad en el complejo, evitando los malos olores.

El parque tecnológico de Valdemingómez es capaz de transformar las más de 4.000 toneladas que recibe diariamente en materiales reciclados, productos elaborados o energía renovable. El pasado año recuperó 229.662 toneladas de materiales, generó más de 311.000 megavatios de energía eléctrica y redujo la emisión de dióxido de carbono (CO2) en más de 711.000 toneladas.

Todo ello ha sido posible gracias a unas inversiones que en los últimos seis años superan los 143 millones de euros, ha puntualizado el alcalde. Dentro de esas innovaciones tecnológicas que incorpora Valdemingómez se incluyen las dos plantas de biometanización de La Paloma y Las Dehesas, así como una planta de tratamiento de biogás que permite su incorporación a la red de distribución de ENAGAS.

En estas infraestructuras se han invertido 79,8 millones de euros, 34 de los cuales han sido financiados con fondos de Cohesión de la Unión Europea y cuyas obras, que generaron más de 280 puestos de trabajo directos e indirectos, se prolongaron durante 36 meses.

Para Gallardón, se trata de "una actuación sin precedentes por parte de una Administración local en España, pues convierte al Ayuntamiento de Madrid en productor de gas para su uso como combustible, y no sólo como fuente para la producción de energía eléctrica". De hecho, una vez que se cuente con la autorización, ya solicitada al Ministerio de Industria, será la primera vez que se introduzca biogás procedente de residuos urbanos en la red de gas.

Sin embargo, como ha constatado Ruiz-Gallardón, la ausencia de incentivos fiscales a la obtención de biogás para su uso como combustible hace que esta planta también esté conectada con la destinada a generar electricidad, supuesto que sí goza de beneficios fiscales.