El gas producido en la incineradora de Valdemingómez no cumple con los requisitos de la red general
En Madrid los residuos son reciclados o quemados en la incineradora de Valdemingómez, una práctica muy criticada por los ecologistas. Otra opción es su transformación en abono o convertirlo en gas de consumo doméstico. Pero el gas producido en Valdemingómez no cumple aún todos los requisitos para sumarse a la red general de Enagás. No alcanza el porcentaje de metano suficiente a un flujo constante
Una vez los técnicos hayan completado todos los ensayos y requisitos necesarios, el gas de las dos plantas de biometanización de Valdemingómez podrá convertirse en electricidad, quemándose, o podrá convertirse en gas para consumo doméstico, inyectándose en la red de Enagás. Con esta segunda alternativa, los beneficios económicos serían algo mayores, pero sobre todo se estaría produciendo energía verde. En cualquier caso, ambas vías tendrán que esperar al verano; es decir, un año y medio después de lo esperado. Entonces, la generación de electricidad de Valdemingómez pasará del 2,1% de la demanda de la ciudad al 2,5%.
En Madrid se produce cerca de un kilo de basura por habitante al día, por lo que Valdemingómez cuenta con dos plantas de biometanización (Las Dehesas y La Paloma), a partir de su entrada en funcionamiento, en julio, las plantas debían asumir el 60% de los residuos orgánicos del vertedero, y generar 28,4 millones de metros cúbicos de biogás al año, suficiente como para propulsar 405 autobuses urbanos, generar electricidad para 20.000 viviendas o venderse en el mercado por 4,4 millones.
Pero no ha sido posible. La normativa, aprobada a final de 2011, obliga a que las plantas suministren el gas con una calidad constante y cumpliendo una serie de protocolos. Ni lo uno ni lo otro se ha conseguido todavía. El Ayuntamiento ha gastado en este proyecto 236 millones, y aún faltarían 52 millones más de la planta de tratamiento que quedó sin adjudicar. A esa cantidad habría que descontar 34 millones de ayudas europeas.
En total, una inversión de 288 millones entre 2005 y 2026; es decir, casi 14 millones al año. Evidentemente, el beneficio económico obtenido no podría cubrir nunca ese gasto: en el presupuesto de 2013, figuran unos beneficios por venta de biogás de 874.000 euros. Ni eso se logrará, debido a los retrasos en la puesta en marcha.
Quemar el gas de las plantas de biometanización no está considerado unánimemente como energía verde, pese a provenir de la basura. Inyectarlo a la red general, sí. Una cosa u otra, en cualquier caso, reduce fuertemente los gases de efecto invernadero que producen los residuos de forma natural. Según el Panel Internacional de Cambio Climático, cada kilo de metano que se convierte en electricidad o se inyecta a la red ahorra 25 kilos de dióxido de carbono. Así, las plantas de Valdemingómez estarían ahorrando cerca de 290.000 toneladas anuales.