El mercado brasileño de gestión de residuos podría generar más de 3 billones de euros
El gobierno brasileño y las empresas discuten los reglamentos de la Ley Nacional de Residuos Sólidos aprobada este año en el congreso. Las estimaciones de recogida y eliminación de residuos sólidos urbanos en Brasil indican que el país ha eliminado en 2009 el equivalente a 6 mil millones de euros en materiales reciclables.
Apenas el 13% de todos los residuos producidos en el pais, cerca de 56 millones de toneladas al año, son separados de forma selectiva y pueden volver al sistema productivo en forma de materias primas recicladas. Las cifras forman parte de una encuesta realizada por el Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA), que evaluó los principales beneficios económicos y ambientales del reciclaje
"Los residuos sólidos ya no se considera como desecho. Hoy en día, estos residuos son un negocio con enorme potencial de integración económica y social", dijo el director del Medio Ambiente Urbano del Ministerio de Medio Ambiente, Antonio Sérgio Gonçalves. "El mercado demanda la creación de una nueva cadena de producción, fomentando la presencia de pequeñas empresas de reciclaje".
La percepción de que un cambio de actitud hacia los residuos podrían ser beneficiosas ya existe en el país desde hace 19 años, cuando comenzó en el Congreso el proyecto de la nueva política brasileña de residuos sólidos. La propuesta fue finalmente aprobada en marzo por la Cámara promulgándose en agosto de este año en forma de la Ley 12.305/10.
"El gran logro fue convencer a la industria y a la mayoría de los empresarios que no sólo debían reducir la producción de residuos, sino también preocuparse por la gestión posterior", dice el diputado Arnaldo Jardim (PPS-PE), que presidió el grupo de trabajo que analizó la propuesta. La ley recientemente aprobada impone obligaciones a los gobiernos, las empresas y los ciudadanos, y allana el camino para la práctica del reciclaje en el sector productivo brasileño.
El también miembro del grupo de trabajo, Sérgio Gonçalves destaca que el éxito depende de acciones paralelas: "La nueva política no define multas, pero obliga a que el empresario se haga cargo de la recogida de sus productos, bajo pena de ser enmarcado en un delito ambienta".
Gonçalves destacó la importancia de fomentar acuerdos entre el Gobierno y los gestores de residuos: "Algunos sectores, como los aceites de los neumáticos y lubricantes ya están supervisados por la resolución del Consejo Nacional del Medio Ambiente".
La nueva ley reafirma la importancia de la recogida selectiva e innova al ofrecer una visión global de todo el proceso: desde el tratamiento, a la eco-eficiencia, la responsabilidad y la logística inversa.
Artículo original de Murilo Souza para Revista Ecológica