El nuevo contrato de basuras de Valencia entrará en servicio tras el verano
La Junta de Gobierno aprobó el pasado 12 de mayo, casi año y medio después de su licitación, la adjudicación del nuevo contrato de limpieza y residuos. El denominado contrato del siglo, con un presupuesto inicial de 1.325 millones de euros y adjudicado a las mismas empresas que han gestionado los últimos 15 años el servicio, entrará en funcionamiento en septiembre y da un salto cualitativo i cuantitativo respecto al anterior e "infradotado" contrato. Las tres zonas de la ciudad (sur, norte y marítimo) en las que se divide el contrato volverán a ser gestionadas por la Sociedad Agricultores de la Vega (SAV), Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y Fomento València Medioambiente (Fovasa) aunque con una notable mejora de los medios que permitirán reducir la contaminación acústica de los camiones de recogida y las máquinas barredoras, aumentar la frecuencia de paso e introducir mejoras tecnológicas como los sensores de llenado y los incentivos al reciclaje.
El alcalde, Joan Ribó, destaca el esfuerzo de los últimos años "para aumentar el presupuesto, pasando de 59 millones al 2015 a los 82,50 millones al 2023 y lo incrementaremos hasta los 90 millones con el nuevo contrato". Los problemas de limpieza y la suciedad han sido a lo largo de la última legislatura una de las principales quejas ciudadanas.
El recurso contractual que interpuso SAV tras quedarse inicialmente fuera de la licitación ha retrasado varios meses la renovación del servicio, que incluye importantes mejoras, una de las más significativas, el incremento de la frecuencia de limpieza con agua, el baldeo, que será, de media, un 50% superior respecto a la frecuencia actual. El baldeo de calles pasará a hacerse cada 11 días frente a los 17 días en la actualidad.
El alcalde destaca que se renovarán todos los contenedores antiguos, ya que la nueva contrata introducirá hasta 10.000 contenedores nuevos en los que hay prevista una inversión de 10 millones de euros. El ayuntamiento anuncia una mejora de la eficiencia del servicio por la incorporación al mismo de las nuevas tecnologías de información y comunicación, entre las que se incluye, la instalación de sensores de llenado en los contenedores.
Otra de las mejoras a implementar por las empresas concesionarias es un sistema de cierre e identificación de usuarios en 4.000 contenedores marrones (biorresiduos) con el objetivo de incentivar el reciclaje. Una mejora que supondrá una inversión por parte de las empresas de cuatro millones de euros.
La nueva contrata de limpieza incluye un cuarto lote para la limpieza de las pintadas y grafitis con un millón de euros de presupuesto y adjudicado por 3,5 millones de euros a la Compañía Especial de Empleo e Integración que ofreció una baja económica de 1,5 millones de euros. Las pintadas son un problema muy extendido en la ciudad. Suponen el deterioro de las fachadas y el mobiliario e incluso los monumentos de muchos barrios.
[Este contenido ha sido reelaborado a partir de Levante-EMV. Lee el original aquí]