El reciclaje de aceite de cocina usado, una actividad a fomentar
Cada litro de este residuo puede contaminar hasta mil litros de agua y el aceite que se vierte por el desagüe causa atascos en las tuberías domésticas y también costosas averías en las depuradoras. Con estos inconvenientes y visto su valor tras el reciclaje, se trata ahora de acercar a los ciudadanos la posibilidad de recogerlo sin tener que llevarlo a puntos limpios. El Consorcio para la Gestión de Residuos del Vallès Occidental ya ha instalado 42 contenedores de recogida de aceite en 15 municipios de la comarca. "La apuesta es dar un servicio de 24 horas a los ciudadanos", señala Concha Zorrilla, Directora Técnica de la entidad, que también explica que los contenedores instalados ya cubren una población de 400.000 personas.
Pero la recogida de aceite no es exclusiva de este programa. Otras poblaciones, como Sant Cugat del Vallès o Rubí, también disponen de contenedores, en este caso gestionados por la empresa Recicloil. Los sistemas de Recicloil y del Consorcio son diferentes, pero los dos pretenden facilitar al máximo el trabajo al ciudadano. En el de la empresa la persona recibe en su casa una botella especial para depositar su aceite y, cuando lo deja en el contenedor, obtiene una botella nueva y limpia para próximos usos. En el del Consorcio, el ciudadano puede tirar su aceite "en una botella de plástico cualquiera que tenga cierre hermético", como una botella de agua o de refresco, según explica Víctor Francos, concejal de Medio Ambiente de uno de los últimos municipios donde se ha implantado el sistema, Cerdanyola del Vallès.
El primer beneficio del reciclaje es evitar la contaminación. El segundo es la fabricación de biodiésel, un combustible con entre un 85 y un 90% menos de emisiones de gases de efecto invernadero que el gasoil, las ventajas ambientales de la recogida son aún mayores. Manel Ebri, presidente de la Asociación Catalana del Biodiésel relata que el aceite es como "oro líquido", muy demandado por los fabricantes de biocombustible puesto que, al contrario que el resto del biodiesel, no necesita cultivos específicos para su obtención y no conlleva las emisiones asociadas a la gestión de las plantaciones.
La pregunta ahora es por qué no se recicla más este residuo. Ebri apunta que la razón son los costes logísticos, en lo que también está de acuerdo Zorrilla, puesto que la recogida no es una actividad lucrativa, aunque la administración no asuma un gran coste debido a la venta de ese aceite.
La solución al problema podría estar en una visión global. "Si se contabilizara el ahorro que se obtiene en las depuradoras de agua y red de alcantarillado por las grasas evitadas, probablemente la actividad sí sería viable económicamente", detalla la responsable de la administración. Igualmente, la viabilidad depende de "la evolución del mercado del petróleo" y también en buena parte está en manos de la ciudadanía, ya que el volumen de aceite conseguido es otro factor clave para la sostenibilidad financiera de la recogida.
Pero la recogida de aceite no es exclusiva de este programa. Otras poblaciones, como Sant Cugat del Vallès o Rubí, también disponen de contenedores, en este caso gestionados por la empresa Recicloil. Los sistemas de Recicloil y del Consorcio son diferentes, pero los dos pretenden facilitar al máximo el trabajo al ciudadano. En el de la empresa la persona recibe en su casa una botella especial para depositar su aceite y, cuando lo deja en el contenedor, obtiene una botella nueva y limpia para próximos usos. En el del Consorcio, el ciudadano puede tirar su aceite "en una botella de plástico cualquiera que tenga cierre hermético", como una botella de agua o de refresco, según explica Víctor Francos, concejal de Medio Ambiente de uno de los últimos municipios donde se ha implantado el sistema, Cerdanyola del Vallès.
El primer beneficio del reciclaje es evitar la contaminación. El segundo es la fabricación de biodiésel, un combustible con entre un 85 y un 90% menos de emisiones de gases de efecto invernadero que el gasoil, las ventajas ambientales de la recogida son aún mayores. Manel Ebri, presidente de la Asociación Catalana del Biodiésel relata que el aceite es como "oro líquido", muy demandado por los fabricantes de biocombustible puesto que, al contrario que el resto del biodiesel, no necesita cultivos específicos para su obtención y no conlleva las emisiones asociadas a la gestión de las plantaciones.
La pregunta ahora es por qué no se recicla más este residuo. Ebri apunta que la razón son los costes logísticos, en lo que también está de acuerdo Zorrilla, puesto que la recogida no es una actividad lucrativa, aunque la administración no asuma un gran coste debido a la venta de ese aceite.
La solución al problema podría estar en una visión global. "Si se contabilizara el ahorro que se obtiene en las depuradoras de agua y red de alcantarillado por las grasas evitadas, probablemente la actividad sí sería viable económicamente", detalla la responsable de la administración. Igualmente, la viabilidad depende de "la evolución del mercado del petróleo" y también en buena parte está en manos de la ciudadanía, ya que el volumen de aceite conseguido es otro factor clave para la sostenibilidad financiera de la recogida.
Vía Sostenible
Foto de Javi Vte Rejas (cc)
Sant Cugat del Vallès, Barcelona