Los sistemas colectivos de recogida y reciclaje de residuos electrónicos (RAEE) gestionaron más de 262.000 toneladas de este material a lo largo de 2017, lo que supone un 17% más que en 2016, según un comunicado facilitado por Recyclia.

De acuerdo con las cifras facilitadas por esta organización, que agrupa a las fundaciones Ecopilas, Ecofimática, Ecoasimelec y Ecolum, fueron recuperadas un total de 242.459 toneladas de residuos electrónicos domésticos y otras 20.022 de profesionales. Su reciclaje permitió evitar la emisión de CO2 equivalente al que generan 107.871 coches circulando durante un año.

El consejero delegado de Recyclia, José Pérez, ha explicado que estos sistemas “están llamados a convertirse en uno de los agentes cualificados de la denominada economía circular”, dado que recuperan entre el 85 y el 90% de los materiales contenidos en estos desperdicios electrónicos.

Pérez, que ha participado en el II Congreso Nacional de Reciclaje de Residuos Electrónicos, ha pedido al actual Gobierno la modificación de la normativa que regula la gestión de los RAEE en España “dada su difícil aplicación por intervencionista, regular el sector en exceso y reducir la labor de los sistemas colectivos a meros financiadores del reciclaje”. En su opinión, existe una “percepción distorsionada de algunas entidades” hacia la labor de Recyclia como “pieza nuclear de coordinación” entre productores de aparatos, gestores de residuos, administraciones y ciudadanía.

En este congreso ha participado también el director general de Biodiversidad y Calidad Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica, Javier Cachón, quien ha defendido la implicación de los productores de aparatos electrónicos en la economía circular a través de la inversión en ecodiseño, puesta en el mercado de piezas de recambio e impulso a la preparación para la reutilzación.

Para Cachón, sólo garantizando la trazabilidad de los RAEE desde su recogida hasta su reciclaje “será posible desterrar la imagen de países africanos inundados” de residuos electrónicos “exportados de forma descontrolada” desde España y el resto de los países europeos. Además, ha adelantado que “próximamente” se pondrá en marcha una plataforma electrónica encargada de contabilizar y garantizar esa trazabilidad.