Gran Bretaña ha advertido a la UE que podría devolver cargamentos de residuos radiactivos al continente si las conversaciones de Brexit no logran llegar a un acuerdo sobre regulación nuclear.

En un documento en el que se expone la posición del Reino Unido para las negociaciones subraya el derecho a "devolver los residuos radiactivos a su país de origen" en caso de colapso de las negociaciones, algo que Bruselas considera como una amenaza poco velada.

El Euroatom regula el uso civil de la tecnología atómica y algunos temen que sin no se llega a un acuerdo, el Reino Unido llegue a tener dificultades para el suministro de partes de reactores nucleares, combustible e isótopos médicos en el país.

En la actualidad, Gran Bretaña cuenta con un arsenal de 126 toneladas de materiales radiactivos procedentes de países de la UE como Alemania, Italia y Suecia.

La planta estatal de Sellafield ha estado reprocesando el combustible nuclear gastado de toda Europa.  Desde la década de 1970, la planta procesa uranio reutilizable, plutonio y desechos radiactivos. Casi una quinta parte de las reservas británicas de plutonio civil en Sellafield tiene su origen en el extranjero.