El sector petrolero y gasista del Mar del Norte puede alinearse con los objetivos neto cero
El Reino Unido podría aumentar la producción de petróleo y gas en el Mar del Norte sin salirse de las trayectorias climáticas internacionales más estrictas, según un nuevo análisis de Wood Mackenzie. Esta investigación se publica mientras el gobierno consulta sobre el futuro de la cuenca, en medio de una creciente presión por la concesión de licencias de exploración.
El estudio de Wood Mackenzie muestra que las emisiones de producción de la Plataforma Continental del Reino Unido (UKCS, por sus siglas en inglés) superan los objetivos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) para emisiones netas cero (alcance 1, 2 y 3) en entre 25 a 50 MtCO₂e anuales hasta 2050.
Esto crea un margen teórico para que la UKCS produzca 2.600 millones de barriles equivalentes de petróleo hasta 2050. Este excedente se mantiene dentro de los requisitos de la ciencia climática, mientras aporta beneficios económicos y ambientales sustanciales.
“El Mar del Norte está en una encrucijada, pero nuestro análisis muestra un camino claro que equilibra la ciencia climática con la seguridad energética”, dijo Gail Anderson, Directora de Investigación de Exploración y Producción en el Mar del Norte en Wood Mackenzie. “Políticas inteligentes de concesión de licencias, enfocadas en descubrimientos conocidos, podrían extender la vida de infraestructuras críticas, al tiempo que ofrecen beneficios importantes en emisiones y costos frente a las alternativas importadas”.
Las conclusiones surgen mientras el gobierno evalúa si prohibir nuevas licencias de exploración bajo su enfoque "alineado con la ciencia" para la producción futura de la UKCS. El análisis de Wood Mackenzie revela ventajas contundentes de maximizar la producción nacional frente a las importaciones. Cada billón de pies cúbicos adicional de gas de la UKCS ahorra 15 MtCO₂e de emisiones de alcance 1 y 2 al sustituir importaciones de GNL desde EEUU.
“Cuanto más produzca la UKCS”, dijo Anderson, “menos emisiones se generarán y menos gastará el Reino Unido en importaciones. Este enfoque garantizará producción durante décadas y respaldará el futuro energético del Mar del Norte”.
La exploración cae a mínimos históricos
La exploración en el Mar del Norte ha caído a niveles sin precedentes. Debido a la reciente inestabilidad fiscal, 2025 será el primer año desde 1960 sin un solo pozo de exploración (wildcat).
El análisis de Wood Mackenzie aboga por licencias focalizadas en recursos ya descubiertos que puedan conectarse a infraestructuras existentes. Una prohibición total ignoraría el valor estratégico del desarrollo selectivo.
“Las concesiones podrían considerarse si contienen recursos descubiertos o ‘campos antiguos’ que puedan conectarse a plataformas anfitrionas”, añade Anderson.
Wood Mackenzie identifica 2.300 millones de barriles equivalentes de petróleo en 7.634 bloques abiertos o devueltos, siendo más de un tercio gas. Solo 34 bloques contienen recursos superiores a 20 millones de barriles equivalentes, pero en conjunto suman 1.400 millones de barriles, ofreciendo oportunidades clave para mantener la viabilidad de las infraestructuras actuales.
La dependencia de importaciones pone en riesgo los objetivos de emisiones
El Reino Unido enfrenta un desafío importante en su transición energética a medida que aumenta la dependencia de importaciones. Para 2035, se espera que el 60% del suministro de gas provenga de GNL estadounidense, debido a la disminución de las importaciones por gasoducto desde Noruega. Esto triplicará la intensidad de emisiones del suministro de gas británico, pasando de 3,7 a 11,3 gCO₂e/MJ en 2035.
El impacto en las emisiones es severo: para 2050, el 90% de las emisiones de alcance 1 y 2 del suministro de gas procederán del GNL estadounidense. El análisis de Wood Mackenzie demuestra que 1 billón de pies cúbicos adicional de gas de la UKCS podría ahorrar 14,6 MtCO₂e, superando los ahorros de 13,4 MtCO₂e del escenario intermedio de electrificación de plataformas propuesto por la North Sea Transition Authority para 2030-2050.
Los beneficios económicos refuerzan aún más el argumento ambiental: el costo a corto plazo del gas de la UKCS es casi la mitad del del GNL estadounidense, resaltando ventajas duales de la producción nacional.
Integración europea garantiza la seguridad del suministro
Algunos críticos sostienen que el crudo de la UKCS aporta poco a la seguridad energética del Reino Unido porque la mayoría se exporta. Sin embargo, la realidad es más compleja. Aunque menos del 20% del crudo refinado en el Reino Unido proviene de la UKCS —frente a más del 40% en 2010— el país sigue siendo central en los mercados europeos integrados.
Tres cuartas partes del crudo exportado desde la UKCS se destinan a Países Bajos (48%), Alemania (11%), Polonia (8%) y Suecia (8%). El Reino Unido reimporta productos refinados desde estos países mediante flujos comerciales complejos. Esta integración asegura el suministro tanto para el Reino Unido como para sus vecinos mediante relaciones comerciales sofisticadas.
Otros países europeos también están valorando más su producción nacional. El ministro de Clima y Crecimiento Verde de los Países Bajos recientemente acordó maximizar la producción de gas del Mar del Norte para reducir la dependencia de importaciones y mitigar los impactos climáticos.
Se recomienda un enfoque de transición equilibrado
Las emisiones de la UKCS representan solo el 3% de las emisiones territoriales netas del Reino Unido, pero la industria enfrenta presiones desproporcionadas frente a otros sectores económicos. Wood Mackenzie defiende un enfoque equilibrado que fomente los hidrocarburos, la captura y almacenamiento de carbono, el hidrógeno y la energía eólica desde el Mar del Norte. Incluso en escenarios de cero emisiones netas, el Reino Unido consumirá alrededor de 500.000 barriles equivalentes de petróleo por día y seguirá siendo un importador neto.
“El gobierno enfrenta presiones para restringir la producción en el Mar del Norte, pero eso podría poner en riesgo tanto los objetivos climáticos como la seguridad energética”, agregó Anderson. “El Reino Unido necesita todo tipo de fuentes energéticas y debería fomentar más hidrocarburos, captura y almacenamiento de carbono, hidrógeno y energía eólica del Mar del Norte. Este enfoque equilibrado permitiría una transición energética justa, apoyaría los objetivos climáticos y reduciría los costos energéticos del país, al tiempo que refuerza la seguridad del suministro”.
La consulta del gobierno sobre “Construyendo el futuro energético del Mar del Norte” se cerrará más adelante este año. Las decisiones que se tomen darán forma al futuro de la cuenca durante décadas.






