El turismo también se preocupa por ser sostenible en FITUR
La preocupación del turismo por su impacto en el medio ambiente no es nueva, pero con el auge de fenómenos como la vergüenza a volar o el aumento de los residuos en los océanos, el sector empieza a incrementar su preocupación para adaptarse a las nuevas demandas de los viajeros. Así lo han señalado recientemente varios expertos en la Feria Internacional del Turismo de Madrid (FITUR), celebrada del del 22 al 26 de enero, en un debate que se ha abordado la creciente conciencia ambiental que afecta al conjunto de actividades económicas, especialmente a los viajes y al turismo.
La aviación supone el 2,4 % de las emisiones globales de CO2 y el 14% del total de emisiones del turismo, lo que supone “un nivel de emisiones relativamente reducido frente a otros sectores de actividad turística”, ha señalado el director de Estudios e Investigación de Exceltur, Oscar Perelli. Ha sido durante el debate “¿Vergüenza de volar?”, que ha contado con diversos expertos del sector privado aéreo que han explicado cómo esta actividad se está transformando para reducir las emisiones de efecto invernadero.
“Hace más de 10 años, la aviación fue el primer sector en demandar un sistema global de compensación de CO2, y en esa década hemos conseguido que el uso del combustible haya sido un 1’5% más eficiente cada año”, ha señalado el gerente senior de Asuntos Regionales y Comunicaciones de Europa de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Jason Sinclair. También ha resaltado la urgencia de adoptar leyes o normas de carácter global, mientras que el director de Relaciones Internacionales de Globalia, Manuel Panadero, se ha referido a la necesidad de “reducir emisiones con tecnología y de invertir en biocombustibles”.
“Desde las aerolíneas estamos poniendo encima de la mesa una batería de medidas y adquiriendo compromisos muy exigentes a corto, medio y largo plazo para que la aviación sea lo menos contaminante posible, ya que no hay alternativas para trayectos de largas distancias”, ha asegurado el director corporativo de Iberia, Juan Cierco. Los expertos han coincidido en la necesidad de crear y regular un “cielo único europeo”, que “reduciría un 10% las emisiones de los vuelos intereuropeos”, para lo que hace falta “voluntad política, ya que la tecnología y la financiación están preparadas”, ha señalado Cierco. Actualmente, los aviones son “entre un 20 y un 25% más eficientes que los que se reemplazan”, ha recordado el director de Estrategia y de Desarrollo de Negocio de Boeing, Eduardo Carrillo de Albornoz, que también ha destacado que “la tecnología hace mucho más amigable el transporte aéreo”.
El impacto del turismo costero y marítimo sobre los mares y océanos es otra de las preocupaciones y se ha abordado en un debate sobre “la economía azul sostenible” en el que se ha resaltado que existe un déficit de políticas ambientales en esta materia “El turismo es uno de los mayores contribuyentes al cambio climático, un 8% de las emisiones globales de CO2″, ha asegurado el coordinador de proyectos de la asociación Eco-Union, Alejandro González, y para “una reducción en términos absolutos, los gobiernos deberían actuar sobre las estructuras de anclaje del turismo integrándolas dentro de los acuerdos climáticos”.
Desde las administraciones se tiene que seguir apoyando el turismo, pero sin olvidar que este ha generado impactos negativos desde el punto de vista de la sostenibilidad”, ha indicado el Consejero de Medio Ambiente de las Islas Baleares, Miquel Mir. En esta comunidad autónoma, se aplican medidas como la protección de la posidonia mediterránea o la tasa de turismo sostenible, cuya recaudación se destina a proyectos de restauración ambiental. Por su parte, el director de márketing de Costa Cruceros, Rafael Fernández, ha destacado la puesta en marcha “del primer crucero de gas natural licuado para conseguir reducir al máximo las emisiones” como ejemplo positivo de “la respuesta seria y responsable” que tiene que adoptar el sector turístico.