El uso desmesurado de biomasa supone una amenaza para las tierras fértiles y los bosques
Un informe de Amigos de la Tierra revela la necesidad de limitar el uso de biomasa como fuente de energía. A pesar de conocerse como una fuente de energía renovable, el documento señala que, de no establecerse topes y criterios en su definición, la biomasa implicaría un uso excesivo de tierras cultivables y forestales.
La biomasa puede ser una fuente de energía más entre las renovables a utilizar, pero con grandes restricciones, ya que si duplicara en 2030 su uso actual, sería necesario emplear el terreno equivalente a las superficies de Suecia y Polonia para aportar cultivos y material forestal.
Estos datos los ha revelado el último estudio publicado por Amigos de la Tierra Europa, elaborado por la Universidad de Viena.
La biomasa comprende el uso de cultivos, madera y la fracción biodegradable de los residuos, para la generación de calor, electricidad y combustible. Puede considerarse una fuente de energía renovable, sin embargo su utilización masiva implica un uso del suelo desmesurado e insostenible, como refleja el estudio de Amigos de la Tierra.
Para conseguir la necesaria reducción de emisiones de gases de efecto invernadero no se pueden crear otros problemas adicionales. Por ello el uso de la biomasa debe ser moderado y restringido con el fin de garantizar que se usen exclusivamente residuos forestales y agrarios.
“El uso de recursos naturales por parte de Europa ya es desmesurado, no podemos poner en marcha políticas y actuaciones que sigan este camino”, ha señalado Alodia Pérez, responsable del área de Recursos Naturales y Residuos. "El suelo es un claro ejemplo: Europa necesita tres veces su superficie para producir los productos y la energía de su consumo actual. Es imprescindible medir el uso de nuestros recursos y poner límites al mismo”, recalcó Pérez.
La calefacción y electricidad a partir de madera ya supone la huella más elevada de suelo en Europa, cerca de 30 millones de hectáreas de bosque en 2010, que se espera que sean 40 en 2030. Si toda la madera procediera de Europa, supondría un 40% de su superficie forestal.
“Si queremos usar la biomasa como fuente de energía renovable, tenemos que entender que tiene un alcance limitado y solo puede considerarse sostenible dentro de unos límites razonables y sin ejercer presión sobre los usos del suelo o los bosques. Por tanto la vía para su utilización pasa primero por la eficiencia y el ahorro energético, para minimizar nuestras necesidades energéticas. Por ejemplo, son necesarias políticas públicas de rehabilitación de viviendas para minimizar las necesidades energéticas y de calefacción, que además van a conseguir ahorros energéticos muy significativos”, ha declarado Alejandro González, responsable del área de clima y energía de Amigos de la Tierra.
Amigos de la Tierra solicita un uso razonable de biomasa. Es decir, que la biomasa se obtenga exclusivamente de residuos forestales y agrarios, gestionados de manera sostenible, sin sobrepasar su capacidad de regeneración y sin provocar impactos nuevos. Solo de esta manera se puede considerar la biomasa una fuente renovable. En ningún caso se deben considerar biomasa los materiales primarios, es decir, cultivados o plantados expresamente para uso energético. Asimismo la fracción biodegradable de los residuos debe gestionarse a través del compostaje para obtener un abono de calidad para nuestros suelos; la incineración de materia orgánica no representaría una fuente de energía renovable.