La valorización de residuos en Uruguay
Empresas uruguayas revalorizan los desechos que generan otras fábricas convirtiéndolos en productos; algunas enfrentan los efectos del bajo precio del petróleo y el desconocimiento del mercado.
Allí donde se acumulan neumáticos viejos, envases descartados o litros de aceite de fritura, entre otros residuos industriales, hay una fuente de negocios. Varias empresas se ocupan de recibir y procesar enormes volúmenes de desechos ajenos para reciclarlos y convertirlos en productos o materias primas. La revalorización de la basura industrial avanza en el escenario corporativo.
"En términos camperos, la botella (PET) es como una vaca, todo se aprovecha", comparó Pablo Luis, director de Ecopet. La empresa, integrante del centenario grupo Cristalerías Cristalpet, procesa y muele 15 toneladas diarias de envases PET para producir una resina con la que se fabrican nuevas botellas. Los descartes provienen de la cristalería y de algunos de sus clientes, como Montevideo Refrescos (embotelladora de Coca-Cola) y Salus (de la multinacional Danone), que aportan cuatro toneladas al día. El volumen restante corresponde al remanente que deja el consumo de aguas y refrescos en los hogares.
Compactados en bloques, los envases son reutilizables en un 80%; lo que se descarta son los PET muy contaminados y otros componentes no plásticos, detalló Luis. Las tapas se reciclan para fabricar otras nuevas o caños plásticos y baldes; las etiquetas se vuelven una materia prima que se exporta a China para la confección de prendas.
NEUMÁTICOS
Los neumáticos descartados también impulsan el emprendimiento. El potencial de ese nicho se refleja en el volumen -al año, ingresan al país unas 15.000 toneladas de neumáticos, casi 2,5 millones de unidades- y en las posibilidades de aplicación.
Reciclo NFU es un programa de la Cámara de Importadores de Neumáticos que apunta a cumplir con el decreto 385 de 2015, que establece que esas empresas deben ser parte de un plan de reciclado. El programa contempla reutilizar las cubiertas fuera de uso en nuevos productos, como combustible para calentar los hornos de cemento en reemplazo del carbón, material para construir campos deportivos y aceites industriales a través de pirólisis, enumeró Lumber Andrada, gerente del fideicomiso responsable de Reciclo NFU.
El plan se apoya en una red de centros de recepción a nivel nacional para que las gomerías y talleres mecánicos envíen sus cubiertas. Una flota de la Intergremial del Transporte Profesional de Carga (ITPC) se encargará del traslado de los desechos hasta una planta transformadora de residuos ubicada en Montevideo, con capacidad para procesar más de 1.000 toneladas de neumáticos al mes. Según Andrada, resta la aprobación de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) y se prevé que la planta empiece a operar en marzo de 2017.
ORO LÍQUIDO
Las posibilidades se extienden más allá de los desechos sólidos. ALUR encontró una veta innovadora al procesar aceite de frituras para convertirlo en biodiésel, una línea de producto que exporta.
En base a una tecnología importada de Suecia e instalada en su planta de Capurro, la empresa comenzó a procesar en 2013 el aceite utilizado por grandes consumidores, comentó Nicolás Ferrari, gerente de la Unidad de Oleaginosos y Derivados de ALUR.
Actualmente, el engranaje se extiende a unos 50 locales en Montevideo entre escuelas, comedores de empresas, embajadas, comercios e intendencias. El proyecto 'La energía se transforma' incluye a las familias, que pueden depositar el aceite ya utilizado en alguno de los 23 contenedores inteligentes.
ALUR procesó 130.000 litros de aceite en 2014, la cifra aumentó hasta 318.000 el año pasado y se prevé que ronde los 400.000 litros para diciembre. La producción de este biodiésel equivale al volumen de aceite que recibe la firma, ya que es un insumo casi 100% reutilizable.
Las perspectivas son alentadoras. ALUR contempla llegar en un par de años al millón de litros de biodiésel de aceite de frituras. Otra alternativa para la diversificación es la producción de biodiésel en base a grasa animal, anticipó el ejecutivo.
RESIDUOS ORGÁNICOS
Por otra parte, los desechos orgánicos ya tienen aplicación en forma de compost, un fertilizante producido a partir de residuos de plantas procesadoras de alimentos.
"Apuntamos más que al tratamiento de residuos a la elaboración de un producto que tenga excelentes condiciones para la fertilización", dijo Martín Henderson, director de Bioterra, empresa dedicada a la producción de compost. El emprendimiento aplica un proceso que controla variables como el nivel de oxígeno, temperatura, análisis de PH, humus, presencia de potenciales toxinas y conductividad.
Bioterra produce 600 toneladas mensuales de compost a partir del doble de desechos. Si bien se utiliza casi todo el material, hay pérdidas en los procesos de tamizado y también por las emisiones de dióxido de carbono. Esto puede ser visto como un factor negativo para el medio ambiente, aceptó Henderson, "pero si esos residuos no fueran compostados emitirían metano, que es 20 veces más nocivo", aclaró. En contrapartida, el compost es más completo que los fertilizantes tradicionales, porque "es como una ensalada, cuantos más ingredientes, más nutritiva", recalcó Henderson.
EL PETRÓLEO MANDA
Revalorizar los residuos es un negocio complejo. La baja del precio internacional del crudo trastocó la ecuación. El plástico, un derivado del petróleo, se ve afectado por ese indicador. El efecto alcanza al plástico desechado, que debe reducir aún más su valor para ser competitivo, pese a que el reciclaje es un proceso costoso. Esa caída hace poco atractiva la recolección en la calle, analizó Federico Baráibar, director de la organización Compromiso Empresarial Para el Reciclaje (Cempre).
El mismo escollo encuentra Ecopet a la hora de competir. «Con esos valores del barril, la resina virgen es más barata que la reciclada por todo el valor agregado que se le da (a la segunda)», planteó Luis.
UNA INICIATIVA OFICIAL QUE PROMUEVE PROYECTOS DE VALORIZACIÓN
El Proyecto Biovalor es una iniciativa del gobierno para promover la revalorización de los residuos en el sector agropecuario y agroindustrial. Según su sitio web, apunta a que los productores usen "los residuos como un recurso" en vez de verlos como "un problema". En su última convocatoria (del 30 de marzo al 7 de junio), Biovalor recibió 19 propuestas; la mayoría (42%) se centró en biogás, seguida por el área orgánico-mineral (32%), combustibles alternativos (11%), pirólisis, compostaje y otras tecnologías (todas con 5%). Las iniciativas se enmarcaron en diferentes sectores agroindustriales, entre ellos: tambos, frigoríficos, bodegas y sidrerías, curtiembres, industria láctea, empaque y procesamiento de frutas y verduras.