Encontradas microalgas que sobreviven en aguas contaminadas de uranio
Algunas microalgas han conseguido adaptarse y sobrevivir a las condiciones extremas de estanques mineros que presentan niveles elevados de uranio y otros metales pesados, procedentes de la contaminación provocada por las minas abandonadas de la provincia de Salamanca, según un artículo publicado en la revista científica Aquatic Toxicology por investigadores del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA) y de la Universidad Complutense de Madrid. Uno de los aspectos más importantes de este hallazgo es que las microalgas son capaces de acumular el uranio y podrían emplearse para descontaminar estas aguas.
“A pesar de ser aguas con mucha radiactividad y quimiotoxicidad, debido al uranio y a otros metales pesados, contienen vida”, afirma Mariano Igual, investigador del IRNASA. “Los seres vivos se adaptan y colonizan todos los ambientes, la única diferencia es que éste es extremo y hay menos diversidad”, añade.
Las aguas estudiadas pertenecen a una zona minera restaurada para recuperar el entorno. Aunque las charcas artificiales que se han creado están contaminadas por metales pesados, no representan ningún peligro para el ser humano, según los expertos, porque están aisladas y sometidas a un control exhaustivo.
En cualquier caso, la concentración de uranio es muy elevada. Si en aguas normales hay menos de 1 ppb (partes por billón), aquí se registran entre 25 y 100 ppm (partes por millón), es decir, 25.000 y hasta 100.000 veces más.
“Es una contaminación extrema con respecto a los contenidos geoquímicos normales de las aguas superficiales”, señala Antonio García Sánchez, otro investigador del IRNASA que ha participado en el estudio. Sólo la vida microscópica se ha adaptado a estas condiciones extremas, mientras que los organismos superiores (peces, anfibios, aves…) están ausentes. A pocos kilómetros, en aguas no contaminadas que sirvieron como control, se pudieron encontrar más de 20 especies de microalgas más.
Además de la investigación sobre microalgas, pronto saldrá a la luz un estudio metagenómico de la diversidad de bacterias que hay en estas aguas. Los niveles de uranio y el bajo pH unidos a las características geográficas determinan también en este caso el tipo de vida que se puede hallar en esas condiciones extremas. “La localización geográfica también influye en la estructura las comunidades microbianas que se pueden encontrar”, indican los expertos.