Encuesta revela cómo los recolectores de plástico en Nigeria generan riqueza a partir de residuos

En Nigeria, los residuos plásticos plantean un doble reto: descontaminar el medio ambiente y aprovechar su potencial económico.
Muchos países del mundo se enfrentan a retos similares. India, por ejemplo, ha optado por políticas que responsabilizan a los productores de plástico de la gestión de sus residuos. Ruanda ha prohibido el plástico de un solo uso y ha promovido iniciativas de reciclaje dirigidas por las comunidades.
Estos planteamientos demuestran que es posible abordar los problemas de los residuos plásticos al tiempo que se fomentan las oportunidades económicas.
En Nigeria, los recolectores informales de residuos de botellas de plástico son fundamentales para alcanzar ambos objetivos. Convierten los residuos en valor monetario. Investigaciones anteriores han destacado los beneficios medioambientales y económicos de la recogida de residuos de botellas de plástico. Se ha prestado menos atención a los factores que determinan la percepción de la recogida de residuos como negocio, especialmente en Nigeria.
El artículo explora esa laguna, analizando las influencias socioculturales, económicas y medioambientales en esas percepciones. El estudio identificó factores como la educación, el tamaño de la familia, la religión, el género, la edad y la dinámica económica como relevantes para la participación en el negocio de la recogida de residuos de botellas de plástico. Comprender estas influencias podría ayudar al gobierno a orientar las políticas.
Nivel educativo e información
El estudio encontró que los participantes con niveles educativos más altos comprendían mejor los beneficios económicos de la recolección de residuos plásticos como una forma sistemática de negocio. Los participantes con menor educación veían la recolección de residuos más como una forma de subsistencia.
Los programas educativos integrados en las campañas de gestión de residuos podrían mejorar el reconocimiento de la recolección de residuos como una oportunidad de negocio estructurada y rentable, además de fomentar una cultura empresarial entre los recolectores.
Paternidad, tamaño de la familia y obligaciones financieras
El tamaño de la familia fue un factor que afectó la percepción de la recolección de botellas plásticas como negocio. Las personas con familias grandes consideraban la recolección de residuos como una forma viable de proveer alimentos, vivienda, educación y otros elementos esenciales. Sin embargo, la asociación de la recolección de residuos con la inestabilidad de ingresos resalta la necesidad de formalizar y estabilizar el sector. La recolección de residuos debe convertirse en un modelo de negocio sostenible y confiable.
Religión y normas culturales
La religión y las creencias culturales surgieron como influencias en la encuesta. Esto se evidenció en las respuestas de personas que seguían religiones tradicionales africanas e Islam. Estos participantes veían la recolección de residuos como financieramente viable, alineándose con las enseñanzas religiosas que enfatizan la gestión de recursos y la responsabilidad. Por ejemplo, las enseñanzas islámicas sobre israf (evitar el derroche) y zakat (caridad) promueven el uso eficiente de los recursos y las actividades económicas que benefician a las comunidades.
De manera similar, la religión tradicional africana a menudo pone énfasis en la responsabilidad comunitaria y el uso sostenible de los recursos. Estos principios religiosos refuerzan la aceptación cultural de la recolección de residuos como una actividad económica práctica y moralmente orientada. Otras normas culturales, como el valor otorgado a la responsabilidad comunitaria y la cooperación, también influenciaron las actitudes hacia la recolección de residuos. En comunidades con una fuerte tradición de acción colectiva, donde la unidad y el apoyo mutuo son muy valorados, la recolección de residuos se ve a menudo como un esfuerzo colaborativo.
Estas normas culturales refuerzan la idea de que la recolección de residuos no es solo una tarea individual, sino un deber colectivo que beneficia a toda la comunidad.
Dinámicas de género
El género influye en la percepción y la práctica en la recolección de residuos. La encuesta reveló que los participantes masculinos eran más propensos que las participantes femeninas a percibir esta actividad como un negocio. Aunque las mujeres están limitadas por la falta de acceso a recursos, participan en la separación y comercialización de artículos reutilizables. Medidas como la microfinanciación podrían aumentar la participación de las mujeres y sus oportunidades de negocio.
Esto empoderaría a las mujeres y haría que la recolección de residuos fuera un negocio más inclusivo y sostenible.
Edad y deseo de ser emprendedor
Las percepciones estuvieron influenciadas por la edad en nuestro estudio. Los individuos más jóvenes, de hasta 14 años, veían la recolección de residuos de botellas plásticas como una puerta de entrada al empleo. Los adultos de 33 a 38 años usaban su experiencia para obtener mejores rendimientos del negocio.Esta distinción basada en la edad sugiere que las diferentes etapas de la vida traen motivaciones y enfoques únicos hacia la recolección de residuos.
Las acciones políticas que apoyen el emprendimiento en diversas etapas de la vida pueden promover la participación a largo plazo en la industria. Esto ayudará a formalizar la recolección de residuos como un negocio sostenible y rentable.
Factores económicos y sociales
Las oportunidades económicas afectaron las experiencias de los participantes más que los factores sociales. A menudo, esto determinaba cuánto tiempo permanecían en el negocio. Aquellos que ganaban más eran más propensos a reinvertir y crecer, mientras que los ingresos más bajos con frecuencia llevaban a la desconexión o salida del negocio. Esto resalta la importancia de los incentivos financieros en la configuración de las prácticas de recolección de residuos.
Las conexiones sociales también juegan un papel importante en la promoción de la colaboración. Facilita el trabajo en equipo, el intercambio de ideas y crea un sentido de propósito compartido y resultados colectivos entre los participantes. Fortalecer estos lazos económicos y sociales puede formalizar la recolección de residuos de botellas plásticas, convirtiéndola en un negocio más eficiente y rentable.
[Este contenido procede de The Conversation Lee el original aquí]