España es el primer país europeo en ratificar el Tratado de Alta Mar para proteger los océanos

España se ha convertido este martes en el primer país europeo en ratificar el Tratado sobre Diversidad Biológica Marina en Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional (BBNJ, por sus siglas en inglés), también conocido como Tratado Global de los Océanos o Tratado de Alta Mar. Se trata de un acuerdo clave para la protección de los océanos y la biodiversidad marina.
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), Sara Aagesen, ha confirmado esta noticia durante una rueda de prensa, en la que ha destacado la importancia de este paso para la sostenibilidad global.
Ha sido el embajador español ante la ONU, Héctor Gómez, quien ha depositado el instrumento de ratificación en la misión permanente de Nueva York. El Tratado establece un marco legal para proteger la biodiversidad en aguas internacionales, que representan casi la mitad de la superficie del planeta y dos tercios de los océanos.
Además, el acuerdo introduce mecanismos para compartir de manera equitativa los beneficios derivados de la explotación de los recursos marinos. De este modo, los países deberán llevar a cabo una gestión responsable y sostenible de dichos recursos.
Su ratificación por parte de España marca un avance significativo en los esfuerzos internacionales por proteger la alta mar, que actualmente cuenta con solo un 1% de áreas protegidas, indican en un comunicado conjunto las organizaciones ecologistas Amigas de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF.
Sara Aagesen ha subrayado que, para que el Tratado entre en vigor, será necesario que al menos 60 países lo ratifiquen. Con España, ya son 16 los países que han dado su apoyo a este acuerdo.
El "Acuerdo de París" de los océanos
La vicepresidenta ha expresado su confianza en que la meta se cumpla antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano, que se celebrará en junio en Niza, Francia. "Niza será para la protección de los océanos lo que fue París para la lucha contra el cambio climático", ha afirmado la titular del MITECO, instando a otros países a sumarse.
Aagesen también ha destacado el liderazgo de España en este ámbito, al ser el primer país de la Unión Europea en ratificar el tratado. "Una vez que teníamos toda la tramitación completamente avanzada, tenía sentido que España fuera un referente en este tema y marcara el camino para el resto de países europeos", ha declarado.
"Esta ratificación debe ser solo el principio", indican los ecologistas en su comunicado. Las organizaciones instan al Gobierno español a dar más pasos para garantizar que la actividad humana, tanto en aguas internacionales como en sus aguas jurisdiccionales, sea plenamente compatible con la preservación de los ecosistemas marinos y de su biodiversidad.
En la actualidad, el 21% de la superficie marina española está protegida. El Gobierno tiene como meta alcanzar el 25% de protección este mismo año y el 30% para 2030. Esta última meta es la que también establece el Tratado de Alta Mar.
La ministra ha señalado que el Tratado no solo es un compromiso para preservar los ecosistemas marinos, sino también una herramienta clave para hacer frente a los desafíos globales como la crisis climática, la contaminación y la pérdida de biodiversidad, problemas que afectan especialmente a los océanos.
Aagesen también ha resaltado que el multilateralismo es fundamental en estos tiempos de complejidad geopolítica, y que el Tratado es una oportunidad para actuar de manera conjunta ante estos desafíos.
En la rueda de prensa, han estado presentes la directora ejecutiva de Greenpeace España, Eva Saldaña, y el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo. Saldaña ha manifestado su esperanza de que Europa siga el ejemplo de España y que esto impulse al resto de países a tomar medidas similares.
Por su parte, Del Olmo ha enfatizado la importancia de que España, como país con un peso significativo dentro de la Unión Europea y en el ámbito internacional, haya sido el primero de Europa en ratificar el acuerdo.
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