Extremadura: inaugurada una nueva planta para la gestión de biomasa residual
La ubicación de la nueva instalación es en el polígono industrial El Prado, en las inmediaciones del Centro Especial de Empleo ‘La Encina', y recibirá todo lo recogido en algunos contenedores de la ciudad destinados a residuos de actividades como la jardinería, para que sean transformados en abono.
Actualmente, los servicios municipales de limpieza retiran los "Residuos Sólidos Urbanos" (RSU) y los transportan al vertedero. No obstante, la nueva planta cuenta con un gran potencial de aprovechamiento, tanto en la generación de energía (plantas de producción eléctrica con biomasa), como en la elaboración de abonos orgánicos, compostaje, e incluso se prevé una ampliación para generar biocombustibles (pellets para calderas).
Marisa Tena, delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Mérida, acompañada de otros miembros del gobierno municipal, ha indicado que con la puesta en marcha de estas instalaciones se busca aprovechar los residuos orgánicos procedentes de la poda tanto de zonas verdes de la ciudad, como de jardines privados, de los propios ciudadanos. Con estos desechos se obtendrá el compost, o abono orgánico, para poder utilizarlo en lugar del abono químico que se está empleando. El material "más duro", que no sean apto para el abono orgánico, servirá para la formación de combustible para la quema.
El abono orgánico generado podrá ser solicitado por los propios ciudadanos. La máxima producción de las instalaciones se prevé que alcanzará las 1.200 toneladas al año. El inicio del proceso consiste en clasificar y separar el tipo de residuos, como son restos verdes o leñosos. Parte de estos restos serán procesados en una ‘biotrituradora' con capacidad de producción máxima de 25m3/h. Una vez triturados, estos restos pasarán a la zona de compostaje durante 6-8 semanas, hasta obtener el composta idóneo.
La construcción de la infraestructura ha sido planeada para una posible ampliación. Así, en un futuro podría extenderse al tratamiento de los restos de biomasa con secado mediante aireación por volteo, para convertirlos en pellets a través de una "prensa de granulados".
En cuanto a su gestión, en un principio ésta correrá a cargo del Ayuntamiento de Mérida, con su propia financiación y a través de la Delegación de Agricultura, con la dirección y supervisión de expertos del Centro Especial de Empleo ‘La Encina'.
La nueva planta de biomasa también cuenta con un fin social, puesto que en ella trabajan ya algunas personas con discapacidad y se contempla aumentar este tipo de contrataciones.
Via Extremadura al día
Foto de Mataparda (cc)
Mérida