Francia construirá una planta de reciclaje de combustible nuclear en China
El grupo estatal francés New Areva firmó ayer con la Corporación Nacional Nuclear China (CNNC) un protocolo para construir una planta de reciclaje de combustibles nuclear en China valorada en más de 10.000 millones de euros. Este protocolo de acuerdo, que no tiene carácter definitivo, representa el "compromiso mutuo" de ambas empresas para concluir las negociaciones lo más pronto posible para "poder lanzar el proyecto durante 2018", destacó New Areva en un comunicado. El compromiso se suscribió en la capital china en presencia de los presidentes de China, Xi Jinping, y de Francia, Emmanuel Macron, que está de visita de Estado.
El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, reconoció que New Areva ha tenido que rebajar el precio respecto a su ambición inicial -la cifra definitiva no se hizo pública, pero se estima en más de 10.000 millones-.No obstante, Le Maire, que habló a los medios en China, insistió en que servirá para "salvar" el sector nuclear francés.
La planta se ha concebido con una capacidad para tratar 800 toneladas de combustibles usados salidos de las centrales nucleares chinas, que por ahora se acumulan en piscinas en esas instalaciones. Se han tomado como modelos las de La Hague (noroeste) y Melox (sureste) que Areva tiene en Francia, "reconocidas por sus tecnologías puestas a prueba, por tener las normas de seguridad más estrictas y por su eficiencia industrial", destacó el grupo francés, que lleva años en serias dificultades financieras y ha sido fragmentada para su salvamento.
Las instalaciones, que no deberían estar en funcionamiento al menos hasta 2030, aprovecharán la experiencia francesa en el tratamiento de combustibles usados de uranio altamente radiactivos para poder ser reutilizados. Y eso en China, el país que -con diferencia- más centrales nucleares está construyendo actualmente (una veintena).
Para Areva, que tras el parón a la energía nuclear en muchos países por la catástrofe de Fukushima (Japón) en marzo de 2011 ha sufrido una crisis (tuvo que ceder primero su negocio eólico a la española Gamesa y luego el de construcción de reactores atómicos a la eléctrica francesa EDF), este contrato supone un soplo de aire.
Si sale adelante, el acuerdo -presentado por fuentes oficiales francesas citadas por los medios como el más importante establecido entre Francia y China- permitirá garantizar el trabajo a unos 2.000 ingenieros franceses durante un periodo de siete años.
Por otro lado, la presidencia francesa confirmó ayer que el primer reactor nuclear EPR de tecnología francesa, que se ha construido en Taishan, en China, empezará a funcionar con unos meses de retraso, no antes de mediados de año. El grupo chino CGN (70%) y el francés EDF (30%) se reparten la participación de este EPR de Taishan, que en cualquier caso estará en servicio antes que el de Flamanville (Francia) y otro en Finlandia, que acumulan años de retraso y miles de millones de euros de sobre-costos.