Francia estrena 2022 diciendo adiós al plástico en el envasado de frutas y verduras
Desde el pasado 1 de enero de 2022, los supermercados franceses no pueden vender frutas y verduras embaladas en plástico si pesan menos de 1,5 kilos, de acuerdo con un decreto de la ley contra los desperdicios que el país aprobó en 2021.
Termina así el embalaje con plásticos de tomates, cebollas, nabos, calabacines, pepinos, kiwis, limones y otros alimentos de pequeño tamaño, a menudo vendidos en packs preparados, sobre todo en las grandes superficies. Hace meses, al aprobarse la ley, se estimaba que el 37% de todas las frutas y verduras que se venden en Francia lo hacen con envolturas de plástico.
Hasta 2026, el país permitirá algunas excepciones, como en la venta de frutos rojos, ya que se estropean fácilmente cuando son vendidos al peso. El decreto prevé sin embargo que los distribuidores puedan seguir usando envoltorios durante al menos seis meses más, hasta que agoten existencias. Los profesionales de la distribución utilizarán alternativas como el cartón, para los tomates, y redes de celulosa o bolsas de papel, pero han lamentado que no haya habido más concertación entre las partes ya que aún no han encontrado un sustituto al plástico para determinados productos.
La empresa Pomanjou, que produce hasta 40.000 toneladas de manzanas al año en el valle del Loira, introdujo un embalaje 100% de cartón en los últimos tres años. Pero los costos de embalaje se dispararon entre 20% y 30%, según la compañía. Por su parte, el gran grupo de supermercados Casino afirmó que ahora venderá tomates en envases de cartón y proporcionará a los clientes bolsas de papel o celulosa. Las empresas de envasado destacan que el decreto los tomó por sorpresa, especialmente la prohibición de los plásticos reciclados.
Situación en España
En nuestro país, el Gobierno aprobó en junio de 2020 la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC), con la que se quiere pasar de una economía lineal a una circular de aquí a 2030, así como el anteproyecto de ley de residuos que prevé hacer obligatoria la recogida separada de nuevos flujos de residuos y que, entre otras medidas, prohíbe los plásticos de un solo uso.
Como novedad introduce un impuesto especial a los envases de plástico no reutilizable que será de carácter indirecto y recaerá sobre la fabricación, importación o adquisición intracomunitaria de envases de plástico no reutilizables que vayan a ser objeto de utilización en el mercado español. Se trata de un impuesto similar al que se implantará en Reino Unido o Italia y ascenderá a 0,45 euros por kilogramo de envase.
Con ello, el Gobierno aspira a una recaudación cercana a 724 millones de euros, que obtendrá de los vasos de bebidas, incluidos sus tapas y tapones y los recipientes para alimentos, tales como cajas, con o sin tapa, utilizados con el fin de contener alimentos que están destinados al consumo inmediato, in situ o para llevar; normalmente se consumen en el propio recipiente, o están listos para el consumo sin ninguna otra preparación posterior, como cocinar, hervir o calentar, incluidos los recipientes para alimentos utilizados para comida rápida u otros alimentos listos para su consumo inmediato.
[Este contenido procede de El Ágora. Lee el original aquí]