Francia, Japón, Alemania y España lideran el Índice de Sostenibilidad Alimentaria 2017
Francia, Japón, Alemania, España y Suecia ocupan los primeros cinco puestos del Food Sustainability Index del año 2017 (Índice de Sostenibilidad Alimentaria) publicado por The Economist Intelligence Unit. Para la elaboración del ranking se estudiaron 34 países de todo el mundo en base al grado de generación del desperdicio alimentario, al desarrollo de una agricultura respetuosa con el medio ambiente y a la calidad nutricional de las dietas. En lo que se refiere a desperdicio alimentario, Francia, Alemania y España se encuentran en los primeros puestos de la clasificación.
"No es ético" desperdiciar recursos cuando cientos de millones de personas pasan hambre en todo el mundo, dijo Vytenis Andriukaitis, comisionado de la UE para Salud y Seguridad Alimentaria, en el lanzamiento del Índice de Sostenibilidad Alimentaria 2017 el martes de la semana pasada. Los niveles mundiales de hambre aumentaron el año pasado, y se sitúan en 815 millones de personas, más de una en 10 en el planeta.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, se desperdicia un tercio de todos los alimentos producidos en todo el mundo, unas 1.300 millones de toneladas al año. Además los alimentos liberan gases que calientan el planeta a medida que se descompone en los vertederos. La comida que el mundo desperdicia representa más emisiones de gases de efecto invernadero que cualquier otro país, excepto China y los Estados Unidos.
Francia fue el primer país en introducir legislación específica sobre residuos alimentarios y pierde solo el 1,8 por ciento de su producción total de alimentos anual. Además planea reducir este porcentaje a la mitad para 2025. En la lucha contra el desperdicio de alimentos en Francia, algunas medidas, como la prohibición de los supermercados de tirar los alimentos no vendidos y que los restaurantes deben proporcionar bolsas para llevar aquellos alimentos que no se consumen, han ayudado al país galo a estar en lo más alto del Food Sustainability Index.