Frutas y verduras, principales alimentos que acaban en la basura de los españoles
El 70% de los españoles afirma que desperdicia fruta y verdura con bastante frecuencia, según un estudio realizado por Too Good To Go, una aplicación que lucha contra el desperdicio de alimentos, con la colaboración de Appinio, una plataforma global de investigación. En concreto, un 22% de los españoles confirma que desecha fruta más a menudo que otros alimentos, frente al 17% en el caso de verduras. Por tipo de producto, las lechugas (36%) y los tomates (35%) son las verduras que más se echan a perder, por delante de los plátanos (27%), las fresas (20%) y las naranjas (17%), en el caso de las frutas.
Según el 92% de las personas encuestadas, la principal razón por la que se desperdician frutas y verduras es que estas están demasiado maduras o han empezado a enmohecer. Otro 10% tira estos alimentos porque han comprado mucha cantidad y no saben qué hacer con ellos una vez han madurado, mientras que un 7% de los encuestados apunta que los descarta porque las piezas son feas o imperfectas estéticamente. De hecho, el 30% no compra fruta o verdura así en las tiendas o supermercados.
En cuanto a rango de edad, el 83% de los menores de 34 años tira piezas de fruta y verdura a la basura de forma habitual, siendo este segmento de la población el que más desperdicios produce en comparación con otros grupos de edad.
“Aunque el 57% de los españoles se siente responsable de dañar al planeta cuando tira fruta y verdura, siendo las mujeres las que más responsabilidad sienten (65%), vemos que el desperdicio sigue siendo una constante. Pero combatirlo está en manos de todos”, señala Madalena Rugeroni, directora de Too Good To Go en España y en Portugal. “Es importante seguir educando a los consumidores y darles las herramientas para combatir el desperdicio en casa”. “
Acciones tan sencillas como planificar mejor la compra, prestar más atención a la correcta conservación de estos productos, ser creativos en la cocina con esa fruta o verdura madura y hacer recetas de aprovechamiento son claves para reducir las cifras de desperdicio y evitar el impacto social, económico y medioambiental que conlleva”, concluye Rugeroni.
[Este contenido procede de El Confidencial. Lee el original aquí]