Gipuzkoa seguirá enviando basura orgánica a Navarra
Para el guipuzcoano, apenas cambia el esquema de tratamiento de los residuos de Gipuzkoa. La novedad consiste en el cambio de municipios navarros que albergarán la basura orgánica -el bioresiduo- que se genera en el territorio. Si hasta ahora eran Funes y Caparroso los que importaban los residuos que depositamos en los contenedores marrones -o cubos del PaP en los pueblos donde persiste el sistema-, durante los dos próximos años Caparroso repetirá como destino y se unirá como tal Artajona. Funes, municipio que ha contado siempre con una fuerte contestación por su acuerdo para recibir basura guipzucoana, dejará, por tanto, de estar en el mapa de residuos de Gipuzkoa.
Caparroso y Artajoa recibirán la fracción orgánica de la basura guipuzcoana hasta que Gipuzkoako Hondakinen Kontsortzioa (GHK) complete su mapa de infraestructuras con la reparación definitiva de la planta de compostaje de Epele -en el barrio Angiozar de Bergara- y la construcción de la planta de biometanización dentro del Complejo Medioambiental de Zubieta. Esta última infraestructura entrará en funcionamiento en otoño de 2019 si se cumplen las previsiones forales, mientras que la planta de Epele debería estar para entonces en marcha. Mientras tanto, seguirá siendo necesario dar salida a unas 20.000 toneladas anuales de orgánico.
Finalizado el periodo de vigencia del contrato anterior, GHK ha adjudicado el servicio de tratamiento de ese bioresiduo excedentario a las empresas Hibridación Termosolar Navarra S.L.-HTN, que opera en Caparroso, y Ecofert Sansoain S.L., cuya instalación se ubica en Artajona. El precio de adjudicación ha ascendido a 2,1 millones de euros cuando el de licitación era de 2,9 millones.
GHK espera que este contrato, que incluye una posibilidad de acordar dos prórrogas de seis meses cada una, sea el último que tenga que firmar para exportar basura guipuzcoana fuera del territorio por falta de infraestructuras locales. GAIZKA LASA