Humana recupera 18.300 toneladas de textil usado en España en 2021
La recogida selectiva de residuo textil por parte de Humana Fundación Pueblo para Pueblo ha aumentado un 12% en España en 2021. Así se desprende del balance realizado por la entidad, que el año pasado recuperó 18.313 toneladas de textil usado para darles una segunda vida con un beneficio ambiental y social. La reutilización del textil es clave para la economía circular y la creación de empleo verde, por ello esta organización apuesta desde hace 35 años por dar una segunda vida a las prendas que no se utilizan.
La entidad sin fin de lucro recuperó 18.313 toneladas el año pasado por 16.270 del ejercicio anterior, lo que se traduce en un incremento del 12,5%. El residuo textil (ropa, calzado, complementos y textil de hogar) se deposita en los 5.000 contenedores situados en la vía pública, gracias a acuerdos con ayuntamientos, entidades y empresas privadas, o bien en las tiendas de moda de segunda mano de la Fundación. Las toneladas recuperadas equivalen a 74 millones de prendas que son clasificadas en las plantas de preparación para la reutilización que Humana tiene en Leganés (Madrid) y l’Ametlla del Vallès (Barcelona). La mayor parte tendrá una segunda vida: el 50% se puede reutilizar y más del 35%, reciclar.
“Hemos recuperado registros de antes de la pandemia, incluso nos tenemos que remontar diez años atrás para ver una cifra similar ya que en 2011 recogimos más de 18.700 toneladas. Desde luego, estamos satisfechos del incremento, que responde a una inercia natural en nuestro ámbito; sin embargo, no es suficiente: el sector tiene un problema y es que en España todavía se recupera poco residuo textil”, afirma Rafael Mas, director de Proyectos y Relaciones Externas de Humana.
El 40% de la ropa que tenemos en los armarios no se utiliza en todo un año y se calcula que cada ciudadano desecha entre 20 y 30 kg de textil anualmente. Según los informes más recientes, en España se genera anualmente más de un millón de toneladas de residuos textiles, pero se recogen 110.000 toneladas. “Apenas representa algo más de un 10% de lo que generamos en nuestros hogares; el resto se tira en otras fracciones y acaba finalmente en un vertedero. Son cifras alarmantes, aún más cuando la recogida selectiva tiene un enorme potencial, dado que el 50% del residuo textil se puede reutilizar y más del 35%, reciclar, de momento, convirtiéndolos en productos de menos valor”, asegura Rafael Mas e insiste: “Es importante que se deposite en un contenedor de ropa; resulta obvio, pero casi el 90% del residuo textil no acaba en el punto de recogida adecuado”.
La reutilización del textil usado contribuye a la reducción de las emisiones de CO2: por cada kg de ropa recuperada (y no conducida a un centro de tratamiento de residuos para su incineración o disposición final) se evita la emisión de 6,1 kg de CO2, según un estudio de la Federación Humana. Las 18.313 toneladas recuperadas el año pasado en España han evitado la emisión de 111.700 toneladas de CO2 a la atmósfera.
El comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius, visitó el pasado mes de noviembre la planta de preparación para la reutilización del textil de Humana en Leganés (Madrid). El alto cargo lituano elogió la labor que realiza la entidad: “La reutilización del textil es clave para la economía circular y la creación de empleo verde”. Sinkevičius estuvo acompañado por el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán.
Los retos del sector a corto y medio plazo
El sector de la gestión del residuo textil tiene ante sí un escenario de crecimiento potencial, teniendo en cuenta estos factores:
- La nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados establece objetivos ambiciosos a las entidades locales en relación a la prevención, recogida, preparación para la reutilización, reciclado y valorización de residuos. Entre otras acciones, determina que todos los municipios deberán establecer una recogida separada para el residuo textil antes de 2025 (hoy en día no están obligados a ello), lo que impulsará la recuperación.
- Esta nueva norma prohíbe la destrucción de excedentes no vendidos de productos textiles. Estos excedentes deberán destinarse primero a canales de reutilización, como la donación, y “cuando esto no sea posible, a la preparación para la reutilización”.
- En un plazo máximo de tres años desde la entrada en vigor de la Ley de Residuos deberán desarrollarse iniciativas que derivarán en uno o varios sistemas de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP). Aquellos que pongan los productos textiles en el mercado deberán, dentro de tres años, asumir los costes y la gestión de residuos que genera su producto, como ya existe para otras fracciones.
- Mejorar la ratio de recogida selectiva, que actualmente apenas supera el 10% del residuo generado, pasa inevitablemente por incrementar el número de contenedores en la vía pública (la proporción actual es de un contenedor de textil por cada 4.700 habitantes y la idónea es de uno por cada 1.000 o 1.500) y por otras medidas que lo complementen principalmente en las grandes ciudades como soluciones puerta a puerta, bajo demanda o la recogida en determinados locales comerciales.
- Es ideal convertir el residuo post-consumo que no puede ser reutilizado en fibras textiles o hilatura reciclada con la que producir parte de nuevos tejidos. Pero es un proceso costoso: la tecnología existe, pero el coste de obtener estas fibras recicladas aún no es competitivo.
[Este contenido procede de Humana. Fundación Pueblo para Pueblo]