Impacto de la Guía ISWA en la prevención y gestión de la contaminación en residuos orgánicos

La economía circular de los residuos orgánicos comienza con los suelos, donde se cultivan los productos agrícolas que sustentan nuestras ciudades. Estos suelos se convierten en los destinatarios finales de un compost o digestato de alta calidad elaborado a partir de residuos orgánicos. Para garantizar la máxima eficacia, es esencial minimizar la contaminación, optimizar la calidad del producto y mejorar la eficiencia y la viabilidad económica de los procesos de reciclaje de residuos orgánicos.
Como la contaminación amenaza con socavar la viabilidad de muchos sistemas de compostaje y digestión anaeróbica, se necesitaba urgentemente orientación sobre cómo prevenir y gestionar los contaminantes. En respuesta, el Grupo de trabajo sobre el tratamiento biológico de los residuos (WGBTW) de la ISWA revisó este tema, culminando con la publicación de la Guía del profesional para la prevención y gestión de contaminantes en residuos orgánicos, compost y digestato en 2023. Fue un esfuerzo colaborativo en el que participaron varios miembros del grupo de trabajo, cada uno de los cuales aportó información y conocimientos. La Guía, que se presentó en el congreso anual de Omán en octubre, recibió una atención considerable y las primeras cincuenta copias impresas se sacaron en una hora.
Entonces, ¿por qué tanto interés?
La contaminación de cualquier material destinado al reciclaje no sólo reduce la eficiencia y eficacia del sistema, sino también su viabilidad económica. Los costes de eliminación y eliminación de contaminantes han sido poco estudiados hasta la fecha; sin embargo, los datos de Italia y el Reino Unido indicaban que los costes de eliminación y eliminación rondaban los 150 a 230 euros por tonelada métrica de contaminantes. Estas estimaciones son entre 2 y 4 veces superiores a la tasa de entrada para residuos orgánicos que cobran muchas instalaciones de reciclaje de la UE. Además, los datos de un estudio realizado en una instalación de compostaje de baja tecnología en Malawi sugerían que la mano de obra asociada a la eliminación de plásticos ascendía a poco más del 12% del tiempo de trabajo activo. Estos costes son significativos e innecesarios.
Entonces, ¿Qué es un contaminante?
Esta pregunta debería haber sido una tarea sencilla de responder; sin embargo, un análisis minucioso de la literatura reveló que no había una definición unificada, por lo que el grupo de trabajo tuvo que desarrollar una propia (véase el recuadro). En general, hay tres grandes categorías de contaminantes: físicos, químicos y biológicos, aunque hay cierta superposición entre las tres. Esta categorización funcional nos permite considerar su origen y determinar los pasos necesarios para eliminarlos o reducir su concentración.
Entonces, ¿Cómo podemos abordar el problema?
Se atribuye al filósofo holandés Erasmo la fuente del dicho "más vale prevenir que curar". Este principio es tan relevante para los contaminantes presentes en los flujos de residuos orgánicos como para otras áreas del reciclaje de residuos. El grupo de trabajo lo tuvo en cuenta y desarrolló una jerarquía de opciones, con las más deseables en la parte superior y las menos deseables en la parte inferior. Este concepto ha sido utilizado por el sector del reciclaje de residuos orgánicos para transmitir los principios de prevención de la contaminación, en particular, mediante la separación en origen. Unos meses después de la publicación de la Guía, se utilizó en una presentación de la Asociación de Energía Renovable y Tecnología Limpia del Reino Unido en una conferencia sobre residuos alimentarios celebrada en Londres.
¿Cómo reducirlo?
Además de información técnica, la Guía también proporciona ejemplos de formas en que se puede reducir la contaminación, siendo las tres soluciones más eficaces las relacionadas con los planes de separación en origen y las campañas de comunicación.
La separación en origen exige que los generadores de residuos clasifiquen sus residuos orgánicos en el punto de eliminación. Esta práctica minimiza la contaminación al garantizar que los materiales orgánicos se mantengan separados de los residuos no orgánicos. También mejora las tasas de recuperación para los procesos de compostaje y digestión anaeróbica y mejora significativamente la calidad de los productos finales.
Las campañas de comunicación bien pensadas tienen como objetivo educar al público sobre la importancia de separar los residuos orgánicos y proporcionar instrucciones claras sobre cómo hacerlo. Los mensajes coherentes y reconocibles (como los contenedores con códigos de colores) ayudan a reforzar las prácticas adecuadas entre los residentes y las empresas. Cuando las personas entienden qué materiales van en cada contenedor, es más probable que cumplan con las pautas de separación en origen.
¿Aprender haciendo?
La sección final de la Guía ofrece ejemplos de cómo algunas instalaciones de reciclaje de residuos orgánicos gestionan y eliminan los contaminantes, y describe los pasos específicos para eliminar o desviar los contaminantes del flujo principal del proceso. Proporciona información sobre una planta de compostaje de residuos de alimentos y de jardín, una instalación de biogás que utiliza digestión anaeróbica seca y dos plantas que combinan la digestión anaeróbica (DA) con el compostaje mediante digestión anaeróbica húmeda. Se proporcionan diagramas que estiman la cantidad de contaminantes desviados en varios pasos del proceso para cada instalación.
La Guía del Practicante fue traducida al español con el amable apoyo de ARS Asociación para el Estudio de los Residuos Sólidos, miembro nacional de ISWA en Argentina. La versión en español se lanzó en abril de 2024 en Guadalajara en un evento dedicado a la feria Ecomondo México. La presentación despertó un gran interés entre los participantes, entre ellos expertos en residuos mexicanos, administradores públicos y varios operadores de plantas de compostaje.
Un ejemplar de la Guía fue entregado por Marco Ricci, uno de los autores principales de la misma, al director técnico de la planta de compostaje BioVerdeMex, una empresa profundamente comprometida con la minimización de contaminantes en sus productos; la planta produce mejoradores de suelo de calidad utilizados en varios sectores agrícolas en el estado de Jalisco, México.
[Este contenido procede de Waste-management-world Lee el original aquí]