Investigadores mexicanos estudian el aprovechamiento de los residuos del maíz
El Centro de Investigación y Desarrollo (CIAD) informó que la soca (residuos) del maíz es una fuente de antioxidantes, por lo que se busca desarrollar tecnologías para su extracción y explotación comercial.
La institución señaló a través de un comunicado que científicos del CIAD, con sede en Culiacán, Sinaloa, evalúan los compuestos bioactivos presentes en la soca de maíz y determinar su distribución en cada órgano de la planta.
Anotó que también investigan la actividad antioxidante in vitro de los residuos o soca del maíz y de esta manera se busca sentar las bases para un futuro desarrollo de tecnologías que hagan eficiente su extracción y posterior explotación comercial.
Expuso que el maíz es un cereal económicamente importante a nivel mundial y en México se cultiva prácticamente en todos los estados, donde Sinaloa destaca como uno de las principales entidades productoras.
Como consecuencia del cultivo del maíz, anualmente se generan aproximadamente 25.1 millones de toneladas de residuos, es decir, partes de la planta que quedan en el campo como resultado de la separación del granos, a los cuales también se les llama soca.
El CIAD refirió que la soca de maíz se ha utilizado como alimento para ganado, pero al ser un material alto en fibra, es difícil que los animales lo degraden completamente y que sea aprovechado en forma correcta.
Además, el agricultor, al tener una gran cantidad de soca que muchas veces no se logra vender o sobre la que tampoco existe interés, la desecha quemándola y eso genera un impacto negativo en el suelo y en el medioambiente.
A la fecha, se han buscado maneras de utilizar la soca de maíz y se han encontrado alternativas por diversos grupos de investigación y se han evaluado formas de extraer compuestos que permanecen en la soca y resultan de interés industrial.
El maíz contiene compuestos bioactivos que han mostrado tener actividad antioxidante, por lo que resulta de interés para la industria de alimentos, cosmética y farmacéutica, destacó.
Entre los compuestos bioactivos encontrados destacan los ácidos fenólicos y lignina, los cuales están presentes en diferentes proporciones en todos los órganos de la planta de maíz, por lo que es necesario evaluar el tipo de compuesto y la actividad antioxidante que presentan para considerar su posible aprovechamiento.
El aprovechamiento y la generación de una alternativa de uso de la soca de maíz, representaría una fuente de ingreso para los agricultores de la región, así como una reducción en el impacto ambiental que se genera debido a su quema, puntualizó el CIAD.