La cafetería que ha alimentado a 10.000 personas con toneladas de comida ‘no deseada’ de supermercados
El fundador de un imperio de silencioso crecimiento de cafeterías sociales ha hecho un llamado para cambiar la ley en el Reino Unido para prevenir los niveles “criminales” de desperdicio de comida —especialmente por parte de los supermercados— mientras muchos pasan tanta hambre. El nombre de este joven es Adam Smith, un entrenado chef de 29 años que cocina estofados, cacerolas, sopas y tortas con la comida no deseada, cobrando con una política de “paga lo que sientas” –dejando a los consumidores pagar lo que sienten que pueden, y si ese valor fuese cero, pueden ayudar a lavar–.
En solo 10 meses él ha alimentado a 10.000 personas con 20 toneladas de comida no deseada, juntando cerca de $46.720 dólares. La cafetería ha tenido tal resonancia en un mundo con un alto desperdicio de alimentos y altos niveles de hambruna, que ha inspirado a otras 47 cafeterías “paga lo que sientas” a florecer en los últimos meses en Manchester, Brisol, Saltaire—con el concepto exportado incluso hasta tan lejos como Los Angeles y Brasil, Varsovia y Zúrich.
Pero Smith dice que The Real Junk Food Project –el cual está en el proceso de ser registrado como una entidad caritativa oficial– se trata más que de simplemente alimentar a los hambrientos. “Es juntar a personas de diferentes demografías en algo que no involucre dinero. La gente está abriendo ‘Junk Food Projects’ porque han tenido suficiente de lo que está pasando en la sociedad y se preocupan acerca de lo que le está pasando a otros seres humanos”, dice. “Es una revolución”.
Smith quiere que la ley sea cambiada para prevenir que los supermercados tiren tanta comida por miedo a un enjuiciamiento –y quiere más presión sobre estas empresas para que se vean obligados a trabajar con organizaciones como esta–. Actualmente, un retailer puede ser enjuiciado si es que vende comida luego de su fecha de vencimiento, pero no antes de su fecha de “consumir-mejor-antes-de” (best before, en inglés). A pesar de ello, los supermercados a lo largo del sector regularmente desechan comida antes de su fecha “mejor-antes-de” y, en la experiencia de Smith, están desdeñosos respecto a trabajar con empresas como la suya.
“Los supermercados son un dolor en el trasero”, dice el joven cocinero. “No quieren tener nada que ver con nosotros. Muchos nos miran en menos,un gerente de un famoso supermercado incluso me escupió en la cara. Estamos rompiendo la ley frente a sus ojos. Pero nosotros queremos combatir la ley y tomar la lucha hacia el público en general”.
Smith dijo que la cafetería regularmente consigue su comida de algunas fuentes no tan ortodoxas. “Hemos tomado comida de los basureros de los supermercados regularmente si es que necesitamos hacerlo”, contó. “Los vemos botarla, luego vamos y la sacamos de nuevo 10 minutos más tarde. Más del 90% de los bienes están en perfecto estado”.
Él dijo que recientemente ha tomado varios jarros de caviar los cuales no se vencían hasta diciembre de 2015 de uno de los basureros de un supermercado y también ha servido a sus clientes salmón, ostiones e incluso filete, en su cafetería de donaciones. Sin embargo, la corriente está empezando a cambiar y Smith reveló que está actualmente en conversaciones con un supermercado nacional para que lo provea de comida para su local.
La cadena de restoranes ‘Nando’ también ha sido “fantástica” y ha aceptado ayudar a ‘Real Junk Food Projects’ a lo largo del país. “Ahora obtenemos todo nuestro pollo de ellos”, dijo Smith, el cual considera ser alrededor de 100-150 kilos de pollo congelado a la semana. “Tienen un lema de ‘no tiraremos nuestro pollo’”, señaló y añadió: “Nos lo dan porque legalmente nosotros nos haremos cargo de ello”.
Cuando se le preguntó si es que estaba preocupado acerca de ser procesado por la misma ley, el joven dijo: “Salud Ambiental vino a inspeccionarnos y nos dio tres de cinco estrellas. Todos están completamente al tanto de lo que hacemos. Queremos que la ley sea cambiada en las fechas “mejor-antes-de” para tener una mejor regulación —hemos alimentado a 10.000 con este tipo de comida y ninguno se ha enfermado–”.
Andrew Opie, el director del Consorcio de Retail Británico de comida y sustentabilidad, señaló que la redistribución del excedente de comida a nivel de retail sólo hace una pequeña contribución para aliviar la pobreza y no es “una solución para la hambruna en el Reino Unido”. “Actualmente tenemos pobreza alimenticia y exceso de comida y los retailers han probado estar dispuestos a intensificar y asegurar que ese exceso de stock reutilizable vaya a caridades y organizaciones redistribuidoras a lo largo del Reino Unido”.
La publicación de un informe de todos los partidos en conjunto, respecto al hambre en Gran Bretaña, reveló que 4 millones de británicos estaban en riesgo de padecer hambre, mientras otros 3.5 millones de adultos no podían costear la comida necesaria para alimentarse adecuadamente. El Reino Unido experimentó la tasa más alta de inflación de comida en el mundo decía el documento, subiendo a 47% desde el 2003, comparado con el 30.4% de los EE.UU., 22.1% de Alemania y el 16.7% de Francia.
El informe añadía: “Nosotros creemos que es indefendible el hecho de que altas cantidades de personas estén pasando hambre en un país que desperdicia tales cantidades de comida, la cual es apta para el consumo”, mientras instó al Programa de Acción de Desechos y Recursos (WRAP sus siglas en inglés, que significan ‘Waste and Resources Action Programme’) a establecer que los objetivos de los retailers y manufactureros de comida sean el de duplicar la proporción de superávit de comida que ellos redistribuyen a proveedores de asistencias alimentarias y otras organizaciones voluntarias.
Luego de que este documento fue publicado, la Baronesa Jenkin de Kensington generó controversia al decir que el hambre en Gran Bretaña fue causada en parte debido a que las personas no sabían cómo cocinar. Smith concuerda con que se necesita hacer más para enseñarles a las personas lo básico de la cocina en las escuelas.
“Cocinamos lo básico en la cafetería porque muchas personas no saben cómo hacer las cosas más simples con la comida”, él dijo. “Conozco gente que piensa que no sabe hacer una ensalada de frutas, y eso que tienen 40 años. No entienden que es solo cortar fruta y mezclarla en un tazón. Nos hemos dado cuenta de que hay una seria falta de educación básica en el Reino Unido respecto a generar conciencia con la comida, qué hacer y de dónde viene”.
“Cocinamos cosas básicas, salsas, estofados, cacerolas, tortas, para hacer que las personas coman este tipo de comida de nuevo, además de ser tan fácil de cocinar”. Una nueva cafeteria “paga cómo te sientes”, la cual abrió en Saltaire, Yorkshire del Oeste, en el fin de semana, ‘The Saltaire Canteen’, espera abordar este problema al proveer talleres de cocina a hombres solteros. También espera reforzar a la comunidad con el café gratis.
Andy McNab, coordinador de difusión local para la ‘St. Peter’s Church’ (Iglesia de San Pedro) en Shipley, quién maneja el local, dijo: “Queremos desenmascarar algunos de los estereotipos acerca de las personas que usan bancos de comida. La realidad es que cualquiera puede terminar usando una. No se necesita de algo para llegar a una situación donde alguien termina perdiendo su trabajo y sus contactos terminan siendo más débiles de lo que se pensaba, para caer en una crisis de comida. Puede pasar muy repentinamente”.
A pesar del éxito de la “revolución” de su café y sus derivados, Smith se ha cruzado con un obstáculo —el propietario del edificio donde se encuentra le ha ofrecido vendérselo. Smith, quien está tratando de juntar $201.743 dólares justamente para comprarlo y continuar con el proyecto ahí, creó un anuncio en ‘crowfunding’ o financiación colectiva en Indiegogo, donde ya ha recolectado alrededor de 15.200 dólares. Smith dijo: “Tengo fe en que juntaremos suficiente dinero para comprar el edificio, la fundación no ha estado funcionando por tanto tiempo y ya hemos tenido promesas proviniendo de todos lados”.