En 2024, el 12,2 % de los materiales consumidos en la Unión Europea procedieron de flujos de residuos reciclados, según la tasa de uso de materiales circulares publicada por Eurostat. Este indicador cuantifica la aportación del reciclaje y la valorización al suministro total de materiales de la economía europea.

Respecto a 2023, la tasa de circularidad aumentó 0,1 puntos porcentuales, alcanzando su máximo histórico, aunque el avance sigue siendo limitado para cumplir los objetivos de 2030. En comparación con 2015, el incremento acumulado es de 1,0 pp, lo que evidencia una progresión estable pero insuficiente ante la demanda de reducir la extracción de recursos y maximizar la reincorporación de residuos como materia prima secundaria.

 En 2024, Países Bajos (32,7 %), Bélgica (22,7 %) e Italia (21,6 %) lideraron la circularidad, impulsados por sistemas avanzados de gestión y valorización de residuos. En contraste, Rumanía (1,3 %), Finlandia e Irlanda (2,0 %) y Portugal (3,0 %) registraron los valores más bajos, reflejando una elevada dependencia de recursos vírgenes y una menor capacidad de recuperación de materiales.

 La tasa de circularidad aumentó en 21 Estados miembros, con avances destacados en Malta (+14,0 pp), Estonia (+9,1 pp), Chequia (+7,9 pp), Eslovaquia (+7,2 pp) y Países Bajos (+5,3 pp). Sin embargo, seis países experimentaron retrocesos —especialmente Polonia (-4,2 pp) y Finlandia (-3,2 pp)—, lo que revela barreras estructurales en la gestión de residuos y en la integración de materiales reciclados en sus cadenas productivas.

 Los minerales metálicos presentan las mayores tasas de circularidad (23,4 %), seguidos de los minerales no metálicos (14,3 %). La biomasa alcanza el 9,9 %, mientras que los materiales fósiles sólo llegan al 3,8 %. Estas diferencias evidencian la heterogeneidad en la capacidad de recuperación de residuos según el tipo de flujo, con mayor eficiencia en materiales metálicos y menor en los de origen fósil.

 El Plan de Acción de Economía Circular establece duplicar la tasa de circularidad hasta el 23,2 % en 2030. Los datos de 2024 representan un punto de referencia crítico que subraya la necesidad de intensificar políticas de prevención, reutilización y reciclaje, así como de ampliar las tecnologías de valorización de residuos para reducir la presión sobre los recursos naturales.

En conjunto, la evolución de la tasa de circularidad se consolida como un indicador esencial para evaluar el desempeño real de la economía circular en la UE y orientar estrategias de inversión y regulación ambiental en los próximos años.