La COP26 despega en Glasgow con un llamamiento de la ONU a la ambición climática
Desde el pasado domingo 31, el planeta encara una cumbre climática cuya importancia adquiere casi el rango de existencial. La 26ª conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) ha arrancado formalmente en Glasgow (Reino Unido) las negociaciones entre casi 200 países por mantener viva la aspiración que se marcaron en París de limitar el calentamiento global en 1,5 grados centígrados sobre los niveles preindustriales. Una misión que se antoja complicada para la comunidad internacional, sobre todo después de que la reunión del G20 el pasado fin de semana apenas dejara avances concretos. Ante esta situación, Naciones Unidas (ONU) ha pedido en la inauguración de la cita una “mayor ambición” a todos los países para asegurar que esta histórica cumbre no acabe en fracaso.
“Claramente, estamos en una emergencia climática. Claramente, debemos abordarlo. Claramente, tenemos que ayudar a los más vulnerables a afrontar la situación. Para hacerlo con éxito, ahora es fundamental una mayor ambición ”, ha subrayado la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático, Patricia Espinosa, este domingo durante el discurso inaugural de la importante cumbre climática.
“No tenemos más remedio que hacer de la COP26 un éxito. Para eso, necesitamos unidad de propósito. Necesitamos salir de Glasgow con un paquete de decisiones equilibrado que refleje las posiciones de todos los países. Con la voluntad de comprometernos entre las muchas perspectivas, podemos llegar a soluciones viables y ambiciosas que nos ayudarán a mantener la meta de 1.5 grados centígrados a nuestro alcance. Estamos listos para trabajar con todas las Partes y no dejar a nadie atrás para alcanzar este importante objetivo ”, ha asegurado Espinosa, que también hizo hincapié en que el mundo está en camino de un aumento de la temperatura global de 2,7 °C, muy lejos del objetivo acordado hace cinco años en París.
No fue la única llamada a la ambición que se hizo desde la ONU. Durante su discurso de este domingo, el presidente de la Asamblea General de la ONU, Abdulla Shahid, pidió que los líderes mundiales hicieran un ejercicio de autocrítica y lanzaran una mirada honesta a la situación climática actual. “Hemos tenido décadas para discutir los hechos sobre el cambio climático, sobre el poder de las energías renovables, sobre los detalles de monitoreo o los costes compartidos. Sin embargo, todavía no hemos actuado con la convicción y la determinación necesarias”, ha lamentado.
En cualquier caso, y pese a que los augurios que preceden a la cita no son halagüeños, los organizadores británicos de la conferencia trataron de sonar optimistas en sus discursos de apertura. “Si actuamos ahora y actuamos juntos, podemos proteger nuestro querido planeta. Así que unámonos estas dos semanas y hagamos que lo que París prometió, se consiga en Glasgow”, ha asegurado el presidente de la COP26, el británico Alok Sharma.
Pese a que el pistoletazo formal de salida se ha dado este domingo, fue a partir del lunes 2 cuando unos 120 líderes mundiales se vieron cara a cara en Glasgow, en la mayor concentración de este tipo desde que estalló la pandemia. Aunque en la foto de familia se echará de menos la presencia de rostros tan relevantes como el del presidente de la mayor potencia emisora de gases de efecto invernadero, el chino Xi Jinping, u otros como el ruso Vladímir Putin, el mexicano Andrés Manuel López Obrador o el brasileño Jair Bolsonaro, sí estarán en cambio el estadounidense Joe Biden, tras volver al Acuerdo de París de donde lo había sacado Donald Trump, el indio Narendra Modi o la mayoría de dirigentes europeos.
Los discursos inaugurales, que continuaron varios días lo largo de la semana, servirán para dar un impulso político a la cumbre, en la que se aspira a mantener vivo el objetivo de limitar el avance de las temperaturas a final de siglo en 1,5 ºC respecto a los valores preindustriales. Las negociaciones ya han arrancado a nivel técnico, pero será a partir de la semana que viene, segunda y última de una conferencia que en principio acabará el 12 de noviembre, cuando los ministros competentes en acción climática en los países participantes den un impulso final a la conferencia.
El objetivo principal será forjar un acuerdo para, entre otros puntos, elevar la ambición para descarbonizar la economía y garantizar transferencias financieras de los Estados ricos a los países en vías de desarrollo. Para ello, según la organización, se congregarán en el Centro Escocés de Eventos (SEC, por sus siglas en inglés) 21.238 miembros de delegaciones oficiales, 13.834 observadores y 3.823 periodistas.
[Este contenido procede de El Ágora. Lee el original aquí]