La historia de la isla de las botellas de plástico
Fabricó una gran estructura hecha con madera y bambú y la empezó a atar debajo las bolsas con decenas de miles de botellas de plástico. Asegurada la flotabilidad de su isla, a la que llamó Spiral Island, la cubrió de arena y tierra, plantó todo tipo de vegetación y se construyó su propia casa. Desafortunadamente, un huracán destruyó Spiral Island en 2005… pero no derribó la moral de Richie, que puso manos a la obra hasta construir su actual hogar junto a Isla Mujeres (Cancún): Spiral Island II.
A las cerca de 300.000 botellas de plástico PET reutilizadas por Sowa, un hombre absolutamente concienciado con el reciclaje, el desarrollo sostenible y la defensa del Medio Ambiente, hay que añadir otras características ecológicas que tiene su paradisiaca isla flotante, de unos 20 metros de diámetro: cuenta con un horno solar para cocinar, un auto-aseo de compostaje y un colector de agua de lluvia para disponer de bebida y de agua para regar la vegetación que rodea su cabaña.
¿Y qué tipo de vegetación? Pues todo tipo de manglares, árboles y plantas que refrescan el ambiente de Spiral Island II y que le dan de comer.
Richie tiene plantados, entre otros frutos, limoneros, bananos, cocoteros, mangos, cacahuetes… y verduras como espinacas y tomates. Además, tiene sus dos gallinas sueltas que le proporcionan huevos.
Por tener, la pequeña isla flotante tiene hasta tres playas, Spiral Island II está amarrada a tierra por un cable y ha sobrevivido ya a dos huracanes y todo tipo de tormentas.
Es el sueño convertido en realidad de muchas personas. Sueño que no sería posible sin la ayuda de esas 300.000 botellas de plástico reutilizadas a las que este eco-pionero supo otorgarles una gran segunda vida.
Quien no se crea la preciosa historia de este Robinson Crusoe reciclador no tiene más que pinchar aquí y pasearse virtualmente por ella de la mano de Richie Sowa.
Spiral Island