Ubicada en la montañosa región de las afueras de Shenzhen, la planta de aprovechamiento de residuos llegará a incinerar hasta 5.000 toneladas de basura por día, aproximadamente un tercio de la basura generada al año por los 20 millones de habitantes de la ciudad.

Según los arquitectos, la planta estará dotada de la más avanzada tecnología en incineración de residuos y su posterior conversión en energía. El enorme edificio circular contará con una cubierta de 66.000 metros cuadrados, dos tercios de la cual estarán equipados con paneles fotovoltaicos, permitiendo al edificio generar su propia energía de manera sostenible. Dicha cubierta contará asimismo de una pasarela en espiral que permitirá a los visitantes contemplar la actividad en el interior del edificio así como dar acceso al exterior de la cubierta.

El proyecto, que en un principio requería únicamente la propuesta de una planta limpia, sencilla y con avanzada tecnología para cumplir su función, ha sido complementado gracias a la aportación de los arquitectos de un sistema que permitirá formar a los visitantes del centro en los procesos llevados a cabo en su interior.

Está previsto que la nueva central esté operativa a partir del año 2020. La propuesta de Schmidt Hammer Lassen y Gottlieb Paludan fue seleccionada ganadora entre otras cinco propuestas realizadas por equipos en los que se incluyen Arup y AECOM.