Menos del 40% de los nueve millones de toneladas de aparatos eléctricos y electrónicos (RAE) que Europa produce se tratan de acuerdo a los requisitos ambientales y legales.

Si estos residuos no se eliminan de forma segura y responsable, las sustancias peligrosas podrían ser emitidas, incluyendo sustancias destructoras del ozono, como los clorofluorocarbonos (CFC), gases de invernadero y aceites.

El nuevo proyecto de la UE WEEE TRACE, planea aprovechar la comunicación y las tecnologías de la información en la lucha contra la exportación ilícita y el tratamiento deficiente de los RAEE , y planea hacerlo mediante el uso de radiofrecuencia (RF) etiquetando y reconocimiento las imágenes de los productos.

Los artículos de desecho ahora tendrán etiquetas de RF unidos a ellos cuando son recogidos. Esto permitirá rastrear al residuo hasta el final en una planta de tratamiento. Entonces, el dispositivo de rastreo puede decir no sólo donde está, si no también la forma en que se está manejando. Esto proporciona una necesaria supervisión para garantizar que los materiales se reciclan adecuadamente.

Un avance del sistema se ha llevado a cabo en España, y hasta la fecha, 7.000 toneladas de RAEE se han adoptado para su adecuado reciclaje en las instalaciones. España tiene previsto etiquetar 12.000 toneladas para finales de 2013 .

Al año se generan 10 kilos de residuos por persona, y gran parte de los residuos que contienen sustancias peligrosas deben ser tratadas adecuadamente.