Las emisiones de gases de efecto invernadero de compostaje doméstico pueden considerarse nulas
El compostaje doméstico es una práctica ecológica sencilla para la gestión de la fracción orgánica de los residuos. Y es que a través de la descomposición aerobia de estos residuos, explican desde la ONG Amigos de la Tierra, “se obtiene un abono de excelente calidad llamado compost, que se realiza en los propios domicilios de los participantes o en centros comunitarios próximos a los hogares”.
Esta práctica ecológica, es una manera de cerrar el ciclo de los residuos orgánicos sin necesidad de transporte y es que, según un informe realizado por la consultora independiente InclamCO2 y solicitado por la ONG mencionada, "la producción de emisiones de gases de efecto invernadero se puede considerar nula en el compostaje doméstico".
El informe en cuestión compara las emisiones de CO2 producidas por los tratamientos habituales de la fracción orgánica de los residuos frente a la práctica del compostaje descentralizado. Además, en el estudio se analizan los sistemas de gestión de residuos desde su recogida hasta su traslado a planta. En este sentido, la asociación ha hecho una comparación entre las emisiones de CO2 del tratamiento de la fracción orgánica en un vertedero, una incineradora, una planta de biometanización, una planta de compostaje y el compostaje doméstico y ha demostrado que en un proyecto tipo de compostaje doméstico en el que participan 80 familias “se pueden ahorrar entre 800 kg y una tonelada de gases de efecto invernadero al año en comparación con el tratamiento de estos residuos en planta”.
Los proyectos de compostaje han llegado a más de 43.000 personas en más de 40 municipios. La razón que les motiva a promocionar el compostaje doméstico es la reducción de emisiones de CO2, ya que consideran que “es una ventaja más que se suma a los beneficios ambientales, sociales y económicos que proporciona”.
El estudio abarca todos los factores relacionados con la huella de carbono, desde el agua utilizada hasta la electricidad y el transporte, siendo este último, “el mayor generador de gases de efecto invernadero”. Y precisamente este es el motivo por el que la ONG trata de concienciar a la sociedad sobre la “necesidad de contar con iniciativas de compostaje doméstico, así como con plantas de compostaje comunitarias y descentralizadas cercanas a los municipios”.
Para Alodia Pérez, responsable del área de recursos naturales de Amigos de la Tierra, el sistema actual de gestión de la fracción orgánica de los residuos es “muy deficiente” porque los biorresiduos se depositan en el contenedor mezclándose con metales, plásticos y distintos desechos que permanecen en el producto obtenido. Por ello, Pérez señala que, "Es necesario realizar una recogida selectiva a través del quinto contenedor o el puerta a puerta si queremos contar con sistemas de compostaje eficientes y aprovechar las plantas de compostaje de las que ya disponemos en el Estado".
mjmonty (cc)