Los recicladores de la UE instan a la adopción de una Ley de Economía Circular como pilar clave de la política ambiental europea

Este cambio es visible en varias iniciativas emblemáticas: desde el Pacto Verde hasta el Pacto Industrial Limpio y, más recientemente, el Plan de Acción del Acero y los Metales de la Comisión.
En cada caso, el mensaje es claro: acelerar la economía circular es esencial para asegurar la resiliencia económica y la agenda de descarbonización de Europa. El reciclaje, como facilitador estratégico de la circularidad, desempeña un papel crucial. Reduce la dependencia de la UE de materias primas vírgenes, disminuye el consumo de energía y las emisiones de carbono, y suministra a las industrias materiales reciclados de origen local. Sin embargo, el sector opera en un entorno político fragmentado, sometido a una creciente presión por las restricciones a la exportación y la competencia internacional desleal.
La próxima Ley de Economía Circular, prevista para 2026, representa una oportunidad crucial para abordar estos desafíos y traducir las ambiciones de Europa en mercados funcionales, eliminando obstáculos a la libre circulación de materiales reciclados y creando una fuerte demanda de productos circulares.
En este contexto, EuRIC (Confederación Europea de Industrias del Reciclaje) presenta un conjunto de recomendaciones y peticiones políticas específicas. Estas buscan impulsar la demanda, establecer condiciones de competencia equitativas para los materiales reciclados y apoyar el desarrollo de una industria del reciclaje competitiva a nivel mundial, en consonancia con los objetivos medioambientales y estratégicos de la UE.
Un marco político comunitario coherente para las exportaciones, las importaciones y la demanda interna
El nuevo Reglamento de la UE sobre traslados de residuos (2024), que impone estrictas medidas de control de las exportaciones y la prohibición total de exportar residuos plásticos a países no miembros de la OCDE para 2026, hace necesario un mercado interior fuerte de materiales reciclados.
La UE se enfrenta a una paradoja: lidera el mercado mundial de contenido reciclado, pero socava su propia industria de reciclado y pone en peligro la circularidad de sus propios residuos, al permitir importaciones sin restricciones de reciclados más baratos procedentes de países con normas medioambientales y sociales menos estrictas. El resultado es una situación en la que todos pierden: los consumidores pagan más por los productos con contenido reciclado obligatorio (cuando se aplica), mientras que la industria europea del reciclado no puede seguir creciendo, se estanca y pierde capacidad, con un elevado coste medioambiental e industrial.
Aumento de la demanda de materiales reciclados
El Pacto por una Industria Limpia (CID) establece como objetivo ambicioso aumentar la tasa de uso de materiales circulares (CMUR) del 11,8 % actual al 24 % para 2030. Para lograr duplicar esta tasa en los próximos cinco años, es fundamental implementar mecanismos concretos que incentiven el uso de materiales circulares y reciclados.
La recuperación de materiales a partir de residuos es, por tanto, crucial para reducir la dependencia de la UE respecto a terceros países. Sin embargo, aunque las tecnologías de reciclaje para algunos materiales críticos (como el paladio o el cobre) están ya consolidadas, la recuperación de otros, como los imanes permanentes en los vehículos, sigue siendo económicamente inviable y carece aún de una demanda de mercado suficiente. Para ampliar el reciclaje de materiales críticos, se requieren incentivos específicos que fomenten el uso de materiales reciclados y, en particular, que equilibren las condiciones de competencia entre materiales reciclados y vírgenes.
La UE también debe garantizar que los recicladores europeos tengan acceso a flujos de residuos que contengan recursos valiosos, como metales y materiales críticos (CRMs). La intervención y aplicación de políticas deben centrarse en asegurar que estos residuos se reciclen dentro de la UE.
Mercado Único para Residuos y Materiales Reciclados
Para consolidar un mercado eficaz de materias primas recicladas, es clave eliminar las barreras comerciales entre Estados miembros y armonizar la interpretación legal sobre el estatus de los materiales reciclados. La falta de criterios comunes genera incertidumbre y aplica normas más restrictivas en los traslados transfronterizos.
La adopción acelerada de criterios europeos de fin de residuo (EoW) es esencial para garantizar seguridad jurídica, fomentar la demanda interna y facilitar el comercio. Se propone, además, que la Comisión Europea considere criterios técnicos elaborados por el sector industrial —como ya ocurre con el caucho de neumáticos fuera de uso— para agilizar el proceso y aprovechar el consenso de la cadena de valor.
Acelerando la Transición Limpia y Circular
Aunque el Clean Industrial Deal y la Net-Zero Industry Act ofrecen apoyo a industrias intensivas en energía, el sector del reciclaje —también afectado por altos costes energéticos— ha sido en gran parte excluido. EuRIC propone su inclusión en estos marcos para reconocer su papel en la neutralidad climática. Esto permitiría a los recicladores acceder a inversiones en energías renovables, apoyo financiero temporal y acuerdos de compra de energía, alineando los incentivos de descarbonización con los objetivos de circularidad.
[Este contenido procede de EURIC Lee el original aquí]