Los residuos de la cerveza producen energía mediante un biodigestor
Por esta razón, el ingeniero mecánico Eric Fitch, que se elaboraba su propia cerveza casera, intentó encontrar una solución. Su paso por el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), un filón de buenos inventores, le sirvió para diseñar, inventar y patentar un biodigestor que convierte los desechos de lúpulo, cebada y levadura, en gas, es decir en energía térmica y eléctrica procedente de restos orgánicos. Este dispositivo, de 13 metros de alto, ha sido instalado en una planta de la compañía cervezera Magic Hat Brewing, en el estado norteño de Vermont (Estados Unidos).
La infraestructura precisó de una inversión de 4 millones de dólares, que se va amortizando a medida que ahorra los gastos del consumo de gas natural y los costes derivados de desprenderse y procesar los residuos. Este invento que recicla los restos orgánicos de la producción de cerveza cierra el círculo limpiamente puesto que el biogás generado (mayoritariamente metano), sirve para activar el proceso de producción de cerveza de la fábrica.
Ahora, Purpose Energy, la compañía fundada por Fitch y ubicada en Waltham (Massachusetts, EEUU), fabrica biodigestores que producen 6 metros cúbicos de biogás por minuto. Todos ellos acaban en la industria cervecera, que emplea al año millones de envases, tanto en forma de latas, reciclables en el contenedor amarillo, como de botellas de vidrio, reciclables en el iglú verde.
Vía Amarillo, verde y azul
Foto de LordFerguson (cc)
Geo: Massachussets, Estados Unidos