Mercedes abre en Alemania la primera factoría propia de reciclaje de baterías en Europa
Todo el mundo habla del reciclaje de baterías, porque gran parte de la estrategia de desarrollo de la movilidad eléctrica en Europa depende de la reutilización de los llamados 'materiales críticos'. Hay varios proyectos anunciados o prometidos e incluso existen las primeras plantas, pero hasta ahora ningún fabricante de automóviles ha pasado directamente a crear su propia fábrica capaz de recuperar, desmontar y reciclar baterías.
Este primer paso lo ha dado Mercedes-Benz, que ha inaugurado en Kuppenheim, al sur de Alemania, la primera fábrica europea de reciclaje propio de baterías a finales de octubre.
Con una tasa de recuperación del 96% (donde el 4% que se pierde lo representa el líquido electrolito), la planta cubre todas las fases de la vida de las baterías, desde la trituración de los módulos hasta el secado y tratamiento de los materiales activos, gracias a un proceso definido como "mecánico-hidrometalúrgico", que separa mecánicamente el plástico, el cobre, el aluminio y el hierro, obteniendo la llamada 'masa negra'; esta última entra en un proceso químico para separar y recuperar los materiales más valiosos.
En detalle, el proceso comienza colocando los módulos en una cinta transportadora. Aquí, las baterías se trituran mecánicamente, se lavan y se separan en fracciones muy finas. A continuación, mediante sistemas de aire por gravedad, separadores magnéticos, una trituradora y varios tamices, se separan materiales como plástico, cobre, aluminio y hierro y se empaquetan según su tipo.
Al mismo tiempo, la 'masa negra' se separa mediante una secuencia de precipitación química con niveles crecientes de PH, se filtra y se sigue procesando para obtener cobre, cobalto, manganeso, níquel y litio con niveles de pureza de hasta el 99,9%.
El proceso de reciclado hidrometalúrgico desarrollado por Mercedes-Benz difiere del más común hoy en día en Europa, el pirometalúrgico que presupone temperaturas muy elevadas (los materiales se queman realmente) y, por tanto, un mayor consumo de energía.
Así lo afirma Ola Kallenius, número uno de Mercedes-Benz: "Como pionera en ingeniería automovilística, la primera fábrica integrada de reciclaje mecánico-hidro-metalúrgico de baterías de Europa marca un hito clave en la mejora de la sostenibilidad de las materias primas. Junto con nuestros socios de la industria y la ciencia, estamos enviando una fuerte señal de fuerza innovadora para la movilidad eléctrica sostenible y la creación de valor en Alemania y Europa".
La nueva planta también utiliza electricidad 100% 'verde': el tejado de 6.800 metros cuadrados está equipado con un sistema fotovoltaico con una potencia pico de más de 350 kilovatios (kW).
La capacidad final de reciclaje, promete Mercedes, es de 2.500 toneladas de materiales al año, necesarias para producir más de 50.000 módulos de baterías, para un futuro que, según asegura el fabricante alemán, será siempre eléctrico.
Una confirmación de intenciones políticas que también habla a Europa y que se selló con la presencia del canciller alemán, Olaf Scholz, y la responsable de Medio Ambiente de Baden-Württemberg, Thekla Walker.
[Este contenido procede de Motor1. Lee el original aquí]