Bioeconomía circular en acción: desarrollo de envases compostables a partir de subproductos del aguacate en Andalucía

Desde los cultivos tropicales de la Axarquía malagueña hasta los laboratorios de la Universidad de Granada, un nuevo modelo productivo basado en el residuo como recurso empieza a tomar forma en Andalucía. Las empresas Envapal Trade (Vélez-Málaga) e Insoagra (Granada), en colaboración con la Universidad de Granada y con financiación de la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), desarrollan el proyecto Plaguacat, que busca fabricar envases y bolsas compostables a partir de restos de aguacate.
La iniciativa tiene como objetivo producir ácido poliláctico (PLA), un biopolímero considerado clave en el mercado emergente de los bioplásticos, a partir de subproductos como la piel y el hueso del aguacate. El proceso permite obtener pellets o granza para su transformación en envases de un solo uso, bolsas compostables o incluso packaging para la industria cosmética y farmacéutica.
"El hueso del aguacate tiene un elevado contenido en almidón, lo que lo convierte en una materia prima ideal para la obtención de PLA", explica Jorge Oliva Barrera, gerente de Insoagra. Su uso, hasta ahora residual, se convierte así en una solución sostenible y de alto valor añadido para un problema creciente: la acumulación de residuos agroalimentarios.
Bioeconomía circular
Según datos del proyecto, la producción anual de aguacate en España ronda las 80.000 toneladas, de las cuales unas 2.000 toneladas se desechan por no ser aptas para la venta. A ello se suma que aproximadamente un 40% del peso del aguacate consumido en hogares y hostelería (restos de piel y hueso) también acaba en vertedero.
"Este proyecto nos permite cerrar el círculo en el sector subtropical. Nuestra aspiración es convertirnos en un referente en innovación y circularidad", asegura Rafael Ochoa, gerente de Envapal, cuya planta de reciclaje ya opera como infraestructura clave en la gestión de residuos agrícolas en la comarca.
La responsable técnica del sector biotecnológico en CTA, Carmen Ronchel, destaca que "Plaguacat impulsa la bioeconomía circular en Andalucía al aprovechar subproductos agrícolas para generar nuevas materias primas y reducir la dependencia de recursos fósiles". Además, el proyecto busca sentar las bases para escalar esta producción y sustituir importaciones de granza de PLA, ofreciendo una alternativa de "kilómetro cero" para industrias locales.
Investigación aplicada y mercado potencial
La colaboración con tres grupos de investigación de la Universidad de Granada está siendo clave para optimizar el proceso de obtención del PLA. El proyecto no solo investiga los procesos de fermentación y conversión del ácido láctico en polímeros, sino también la viabilidad de usos industriales en distintos sectores: desde bolsas para residuos orgánicos hasta envases flexibles para alimentación.
El mercado acompaña: se estima que el negocio global del PLA crecerá a un ritmo del 18,1% anual hasta 2028. Además, los nuevos marcos normativos europeos que penalizan el uso de plásticos convencionales impulsan la demanda de bioplásticos compostables.