Noruega refuerza su gestión de plásticos con una planta de clasificación y reciclaje
La planta Områ, ubicada en Holtskogen, en las afueras de Oslo, es una inversión conjunta de Tomra (65%) y Plastretur (35%) y tiene capacidad para procesar 90.000 toneladas de residuos de envases de plástico al año. Su objetivo es transformar los residuos plásticos mixtos en fracciones de polímero homogéneas, listas para reincorporarse a la cadena de suministro como materia prima secundaria, reduciendo así la dependencia de recursos vírgenes y las emisiones asociadas a la producción de plásticos.
La instalación emplea tecnología avanzada basada en sensores, que permite la clasificación automatizada de residuos (CRM o MWS) en hasta diez monofracciones, incluyendo polietileno (PE), polipropileno (PP), tereftalato de polietileno (PET), poliestireno (PS) y otros tipos de polímeros. Esta clasificación precisa facilita altas tasas de recuperación y reciclaje, optimizando la eficiencia del proceso y reduciendo los rechazos destinados a la incineración o al vertedero.
Områ está diseñada para ser un referente para municipios y empresas de gestión de residuos, ofreciendo una alternativa confiable a la segregación en origen. La automatización y la capacidad de procesar grandes volúmenes permiten manejar residuos de múltiples fuentes, incluyendo hogares, industrias y comercios, asegurando que los residuos plásticos sean capturados, clasificados y reciclados de manera eficiente.
Desde el punto de vista regulatorio, la UE, a través del próximo Reglamento sobre Residuos de Envases de Plástico (PPWR), establece que para 2030 al menos el 55% de los envases plásticos deberán ser reciclados. Actualmente, Noruega recicla solo aproximadamente un tercio de los residuos de envases de plástico, mientras que el resto se destina principalmente a la incineración. La puesta en marcha de Områ constituye un paso significativo para cumplir los objetivos de reciclaje de la UE y reducir la presión ambiental derivada de la incineración, contribuyendo a la reducción de emisiones de CO₂ y a una gestión más sostenible de los residuos plásticos.
La planta también refuerza el concepto de economía circular, promoviendo la reutilización de materiales plásticos y su reincorporación como materia prima secundaria en la producción de nuevos envases o productos plásticos. Esto no solo aumenta la eficiencia de los recursos, sino que también mitiga los impactos ambientales asociados al vertido y a la incineración de residuos, incluyendo emisiones de gases de efecto invernadero y contaminación de suelos y aguas.
Por último, Områ se posiciona como un modelo replicable a nivel internacional, demostrando que la combinación de tecnología avanzada, clasificación automatizada y gestión integrada de residuos puede elevar significativamente las tasas de reciclaje y contribuir al cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad y economía circular establecidos por la UE.
[Este contenido procede de Recycling Magazine Lee el original aquí]






