Nueva legislación de la UE para reducir la contaminación por microplásticos entra en vigor: enfoque técnico y de gestión de residuos
El 16 de diciembre de 2025, entraron en vigor el Reglamento (UE) 2025/2365 relativo a la prevención de pérdidas de granza de plástico, marcando un avance significativo en los esfuerzos de la UE por reducir la contaminación por microplásticos en su origen. La normativa se adoptó tras un acuerdo provisional entre el Consejo y el Parlamento Europeo y se publicó en el Diario Oficial de la UE el 26 de noviembre de 2025.
La granza de plástico, utilizada como materia prima en la fabricación de la mayoría de productos plásticos, constituía una fuente relevante de microplásticos liberados en suelos, ríos y océanos. Se estimaba que entre 52.000 y 184.000 toneladas de estos pellets se liberaban anualmente en la UE debido a manejos inadecuados a lo largo de la cadena de valor.
Ámbito y obligaciones técnicas
El Reglamento se aplicó a todos los operadores económicos que gestionaban instalaciones con 5 toneladas o más de granza de plástico al año, incluyendo fabricantes, recicladores, transformadores, almacenistas y otros agentes de la cadena de suministro. También afectó a transportistas y agentes del transporte marítimo que trasladaban granza dentro de la UE.
Los operadores debían prevenir, contener y limpiar derrames o pérdidas de granza, y establecer planes de gestión de riesgos adaptados a la naturaleza y tamaño de sus instalaciones. Los transportistas no estuvieron obligados a elaborar planes de gestión, pero debían cumplir con las obligaciones de manejo seguro y trazabilidad del Reglamento.
Certificación y diferenciación por tamaño de empresa
El texto normativo diferenciaba los requisitos según el tamaño del operador:
- Las empresas grandes y medianas, que manejaban más de 1.500 toneladas de granza al año, debían obtener un certificado de cumplimiento o un permiso, asegurando auditorías externas periódicas.
- Las pequeñas empresas y microempresas se beneficiaron de requisitos simplificados, limitándose a emitir declaraciones responsables de conformidad.
Gestión y transporte
El Reglamento estableció obligaciones específicas para el transporte terrestre y marítimo, incluyendo el uso de embalajes resistentes, información de carga y mejores prácticas operativas, con el objetivo de reducir derrames durante las operaciones logísticas. Los transportistas de fuera de la UE tuvieron que designar un representante autorizado en la UE para garantizar cumplimiento y trazabilidad.
Apoyo a la implementación y estándares armonizados
La Comisión Europea se comprometió a elaborar materiales de sensibilización y formación antes del 17 de diciembre de 2026 para apoyar a operadores y autoridades competentes. Además, solicitó a las organizaciones europeas de normalización que desarrollaran normas armonizadas para estimar las pérdidas de granza, garantizando metodologías comparables en todos los Estados miembros.
Impacto ambiental y perspectivas
La normativa fue parte de una estrategia más amplia de la UE para reducir microplásticos y promovió la adopción de prácticas industriales más limpias. Al abordar la granza de plástico como fuente difusa de microcontaminantes persistentes, se esperaba reducir significativamente la liberación de microplásticos al medio ambiente y mejorar la trazabilidad y gestión de estos residuos a lo largo de toda la cadena de suministro.
Conclusión:
La entrada en vigor del Reglamento representó un paso relevante hacia una gestión más sostenible de los plásticos y la reducción de microcontaminantes, fomentando la responsabilidad de los operadores y transportistas y apoyando la transición de Europa hacia una economía circular y sostenible.
[Este contenido procede de EUROPEAN COMMISSION Lee el original aquí]






