Nuevos contenedores de residuos para el ATI de Trillo con nuevo diseño y mayor capacidad
Son ya quince años los que han pasado desde que se puso en marcha en el recinto de la central nuclear de Trillo, no muy lejos del edificio del reactor, el ATI o almacén temporal para depositar el combustible gastado que ya no cabía en la piscina del propio reactor. Desde entonces, se han ido acumulando sobre esa base de hormigón y en un amplia nave hasta 32 contenedores.
Mientras, el ATI necesario en Almaraz (Cáceres), cuyos dos reactores se gestionan de forma conjunta con el de Guadalajara, está en la fase inicial de sus obras de construcción y ha sido objeto de una importante oposición con repercusión incluso internacional.
Según ha confirmado a La crónica de Guadalajara el máximo responsable de las instalaciones, Aquilino Rodríguez, el almacén cacereño estará listo a finales de año.
Cuando esté operativo, se habrá terminado una larga polémica en la que no han estado implicados sólo las organizaciones ecologistas sino que ha movilizado incluso al Gobierno de Portugal, que pidió el amparo de la Unión Europea para supervisar una instalación que consideraba le podía afectar. A su vez, la Junta de Extremadura no ha ocultado su oposición radical al ATI de Almaraz, por entender que el combustible gastado podía tener sitio en las piscinas de los dos reactores en funcionamiento, al menos durante el tiempo inicialmente previsto de licencia para los mismos.
La situación contratasta con la nula oposición local al ATI de Trillo, que incluso ha sido utilizado por García-Page como argumento positivo para rechazar la construcción del ATC, o "cementerio nuclear" definitivo para esos resíduos, en la provincia de Cuenca, que el actual Gobierno regional no quiere.
Tanto para Trillo como para Almaraz se usarán a partir de ahora contenedores de nuevo diseño, con mayor carga máxima, pues pasarán de ser capaces de contener 21 elementos radiactivos a 32. En la explanada de la central alcarreña ya se acumulan 672 elementos gastados dentro de 32 contenedores del modelo original.
A falta de que terminen las pruebas que actualmente se están haciendo para verificar el nuevo diseño, este año todavía no se ha trasvasado combustible gastado fuera del edificio del reactor y no está previsto que se haga hasta bien entrado 2018.
El nuevo contenedor, llamado por su fabricante "ENUN 32P" consiste en un cuerpo metálico de casi cinco metros de largo y con un diámetro exterior de 2,65 metros, que se reduce en el interor hasta los 187 centímetros como consecuencia de los diversos blindajes de que consta. Cada uno de ellos llega a pesar 119 toneladas. Por dentro, el contenedor está presurizado con helio y sus dos tapas están aseguradas con 48 pernos. AUGUSTO GONZÁLEZ