¿Qué está haciendo el sector de las telecomunicaciones español por la sostenibilidad?
Luchar contra el cambio climático es una responsabilidad que atañe a tres agentes: las instituciones públicas, las empresas privadas y los propios ciudadanos. Ese es uno de los mantras que todos tienen en mente en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) 2021, que se está celebrando hasta el 12 de noviembre en Glasgow. No es, por tanto, una batalla individual, sino que se antoja imprescindible que los tres agentes del cambio estén alineados. En lo que a empresas se refiere, las "telcos" españolas forman parte del grueso de compañías que están poniendo de su parte para ser cada vez más sostenibles a través de diversas iniciativas.
En su trabajo diario las "telcos" hacen uso de un gran consumo de energía para satisfacer la demanda de sus clientes. Por eso, y para que la sostenibilidad se abra paso en este ámbito, las energías renovables están aumentando su presencia tanto en las redes móviles como fijas. De hecho, según el informe Renewable Energy Dashboard, elaborado por GSMA, más de 67.000 torres móviles en todo el mundo ya funcionan merced al uso de renovables, lo que da buena cuenta de la expansión de este tipo de energías en el sector y del modelo energético por el que se está empezando a apostar a la hora de que los clientes puedan recibir su cobertura de red. No se trata de una estrategia aislada: el despliegue masivo de las redes 5G hará que aumente el consumo energético de los clientes de servicios de telecomunicaciones, con lo que la industria es consciente de la importancia de la sostenibilidad. Para el 40% de las operadoras, la eficiencia energética es su primera o segunda prioridad a la hora de implementar las redes 5G, según STL Partners. En este sentido, desde el pasado mes de julio todas las redes y operaciones de Vodafone en Europa funcionan mediante energía procedente de fuentes 100% renovables. Esto atañe a las redes móviles y fijas, los centros de datos, sus tiendas y oficinas, lo que supone un paso adelante en su objetivo de llegar a las cero emisiones netas en sus operaciones para el año 2030 y en toda su cadena de valor para 2040.
La sostenibilidad siempre empieza por uno mismo, así que las grandes "telcos" recurren a ella no solo para dar servicio a sus clientes, sino también para aplicarla a sus operaciones diarias. Por eso muchas "telcos" han implantado la sostenibilidad en sus propias sedes. Lo están haciendo rediseñando sus oficinas, abandonando los espacios estancos y cerrados, y apostando por estancias abiertas que permitan aprovechar la luz natural, reduciendo así el consumo de recursos. Pero no es el único ejemplo. Además de evitar el uso innecesario del papel o de instalar placas solares para generar más energía de la que se consume, las compañías están apostando por la tecnología IoT (Internet of Things), que permite monitorizar, entre otras cosas, el consumo de agua, la iluminación artificial necesaria en momentos puntuales o la temperatura de una estancia en función de cuántas personas se encuentren en ella. Las nuevas oficinas están apostando por aprovechar la luz solar e incluso por generar energía con placas fotovoltaicas.
La sostenibilidad de las "telcos" también debe notarse de cara a sus clientes. Por ello, varias de ellas, conscientes de la cantidad de dispositivos que manejan y venden a diario, apuestan por reciclar, reutilizar o darles un segundo uso a los que ya no tienen una salida comercial. De hecho, en sus tiendas disponen de contenedores especiales para que sus clientes lleven los terminales. Esta intención está alineada con el objetivo de Vodafone de reutilizar, revender o reciclar el 100% de sus residuos o equipos obsoletos de red en 2025; y tiene una motivación clara: animar a los usuarios a darles una segunda vida a sus dispositivos. Y es que, tal y como refleja el Barómetro de la Vida Digital en Europa, el 36% de españoles le da su móvil antiguo a otra persona para que pueda aprovecharlo, pero apenas el 10% decide dejarlo en puntos específicos de reciclaje. El 36% de españoles le da su móvil antiguo a otra persona, pero apenas el 10% decide reciclarlo.
Por otro lado, los usuarios también pueden contribuir a la promoción de los ODS no solo con sus dispositivos antiguos, sino también con los actuales y venideros. Desde el pasado mes de octubre, Vodafone dispone de tarjetas Eco-SIM en formato de menor tamaño fabricadas con plástico reciclado, que reemplazarán progresivamente a las tarjetas SIM hechas de plástico nuevo. El lanzamiento de las Eco-SIM, que se implementarán en los doce mercados europeos de la operadora, complementa la iniciativa de mediados de 2020 en la que redujo a la mitad de tamaño sus SIM, una medida con la que se ahorra cerca de 340 toneladas de plástico al año, lo que equivale a una reducción de 1.760 toneladas de CO2e.
Las compañías de telecomunicaciones, como las de cualquier otro sector, tampoco son ajenas a las emisiones de carbono que puede producir su propia actividad diaria. La mayoría de ellas, de hecho, aspiran a ser neutras en emisiones de dióxido de carbono, como muy tarde, para el año 2050. La evolución es demostrable incluso en cifras. Como avala el estudio Make It Green, las "telcos" son la única pata del sector tecnológico que está reduciendo sus emisiones. Y es que, si el sector tecnológico produce cerca del 2% de las emisiones mundiales, dentro de dicho sector las "telcos" han pasado de generar el 37% de emisiones en 2007 al 25% en 2020. Es decir, en 2007 las "telcos" asumían el 0,74% de las emisiones globales y a día de hoy apenas producen el 0,5%.
Y los años venideros parecen mejorar incluso más estas perspectivas. Según los cálculos de STL Partners, la llegada del 5G hará que los móviles reduzcan dichas emisiones. La mayor parte de este ahorro se realizará a través del servicio de Internet de las cosas (IoT), que mejora la eficiencia de la logística y la gestión de flotas, contadores inteligentes, fabricación y otras actividades.
Como vemos, las "telcos" a nivel mundial luchan cada día por ser más sostenibles y las españolas no son una excepción. Ya sea mediante el uso de energías alternativas, el reciclaje de dispositivos, el cambio de hábitos en sus operaciones y oficinas o la reducción de emisiones, el sector está llevando a cabo acciones con un objetivo claro: avanzar hacia un futuro mucho más sostenible.
[Este contenido procede de El Confidencial. Lee el original aquí]