Reciclaje de café
Por todos es sabido que los posos de café pueden ser un excelente abono para cierto tipo de plantas. Basta con echarlo sobre la tierra de suelos o macetas o mezclarlo con un compost. Aportan acidez y nutrientes naturales y esenciales como el fósforo, nitrógeno, potasio, calcio, magnesio y azufre. Al parecer, el café reciclado también favorece el crecimiento de lombrices, tan útiles para abonar la tierra y oxigenarla. También sirve como suelo de cultivo de hongos.
Los posos de café pueden utiilizarse como un eficaz repelente contra algunos tipos de insectos y animales. También en el hogar pueden sernos de gran utilidad como desodorante de armarios y frigorífico (eso sí, una vez secos los posos), o como abrasivo contra la grasa, limpiador de desagües y cañerías o como relleno de arañazos en muebles de madera oscura.
También son conocidas las propiedades de los restos del café para el cuidado personal. Es una buena materia prima para fabricar jabones con los que combatir olores, como exfoliante natural o como acondicionador sobre cabellos oscuros. Todos estos y muchos más son algunos de las ventajas que posee reutilizar este producto tan habitual en nuestras vidas.