Renault dará una segunda vida a las baterías de los coches eléctricos

Renault se ha asociado con la empresa británica Powervault para iniciar un programa de reciclado de sus baterías. Esta empresa con sede en Londres fabrica un sistema de almacenamiento de energía solar para el hogar completamente integrado. Este almacena la energía renovable producida por los paneles solares durante el día y lo libera por la noche cuando la demanda de energía de los hogares alcanza su punto máximo. Estas unidades también tienen la posibilidad de almacenar energía procedente de la red en las horas en las que las tarifas son más asequibles.
Powervault pondrá en marcha en Reino Unido, a partir de julio, una prueba con 50 baterías proporcionadas por Renault procedentes de sus coches eléctricos que tendrá una duración de un año. Se instalarán en hogares de clientes de la empresa ya equipadas con paneles solares y servirán para evaluar el rendimiento técnico del sistema.
Renault pretende con este sistema optimizar el ciclo de vida de sus baterías antes de ser recicladas. La vida útil de una batería, durante la cual cumple la función para la que ha sido diseñada y mantiene una autonomía razonable es de unos ocho o diez años. A partir de ahí todavía pueden permitir sacarles partido en aplicaciones estacionarias para almacenamiento de energía en viviendas y empresas. En sistemas como el desarrollado por Powevault la vida de la batería se puede alargar entre 5 y 10 años más.
Nicolas Schottey, Director del Programa de Infraestructura y Baterías de Renault Vehículos Eléctricos asegura que “la segunda vida no sólo ofrece un período adicional de uso de baterías de vehículos eléctricos antes de su reciclaje, sino que también permite a los consumidores ahorrar dinero. Es un win to win: para los propietarios de vehículos eléctricos, para los propietarios de viviendas y también para el planeta”.
Una batería de un coche eléctrico tiene una capacidad que ronda en la actualidad, de media, los 30 kWh. Esta capacidad es suficiente para cubrir de sobra las necesidades de un hogar medio durante un largo periodo de tiempo, de forma que una utilización doméstica parece una buena forma de reaprovechar las cualidades de este caro componente. Las baterías, una vez terminada su vida útil en el vehículo, se segmentan en módulos de menor capacidad -entre 2 y 6 kWh- y se reacondicionan para una utilización doméstica completamente segura.