Según la Agencia Internacional de la Energía Atómica los almacenes geológicos son la solución a los residuos radiactivos
Los almacenes geológicos profundos son la solución a los residuos de alta radiactividad (no decae en miles de años), todo lo demás es temporal, ha afirmado hoy el español Juan Carlos Lentijo, de la Agencia Internacional de la Energía Atómica de la ONU y que encabeza la misión de este organismo en Fukushima.
Cada Estado debe asumir su responsabilidad sobre los residuos nucleares que genera, ha enfatizado Lentijo, ponente en un curso de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, organizado por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) sobre el Almacén Temporal Centralizado en Villar de Cañas (Cuenca).
En 2013 había contabilizadas 370.000 toneladas de combustible usado -en forma metálica- procedente de los reactores nucleares de todo el mundo, de las que solo un tercio se reprocesa (se separa el uranio y el plutonio no quemados y después se reciclan en las fábricas de combustible como material fisionable).
Por tanto, quedan por gestionar unas 260.000 toneladas, a las que se suman 10.000 nuevas toneladas anuales de combustible gastado, ha dicho Lentijo, director de la división del ciclo de combustible nuclear y tecnología de residuos de la Agencia Internacional de la Energía Atómica de la ONU (OEIA).
Metafóricamente, Lentijo ha definido este material como un “vecino incómodo con hábitos poco urbanos, muy radiactivo, con capacidad de generar calor y que puede hacerse crítico. Hay que tener que aislarle y que no nos moleste”.
A nivel internacional, ha explicado Lentijo, los países no tienen una visión común sobre esta cuestión: mientras unos promueven el reprocesamiento, otros optan por el almacenamiento geológico profundo y otros esperan a ver qué hacen los demás.
Salvo un almacenamiento geológico profundo en EEUU para programas militares, ningún país posee aún esta instalación en funcionamiento; los más avanzados con sus respectivos proyectos son Suecia, Finlandia y Francia.
Los tres han abogado por el consenso social amplio pero lo han tenido “muy difícil”, incluso una nación pro-nuclear como Francia, ha añadido el experto, anteriormente director del programa de protección radiológica del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
La OEIA ofrece asistencia técnica al Gobierno de Japón y en estos momentos ha lanzado un programa para ayudarle al desarrollo de tecnologías de tratamiento del combustible fundido en los reactores, “un material, en principio, difícil de gestionar”.
Existe un fluido intercambio de información con el Gobierno nipón, no tanto con la operadora de Fukushima (TEPCO), ha concluido.
En paralelo a la próxima Asamblea General de la OEIA, se celebrará un foro de representantes de alto nivel sobre la gestión de residuos radiactivos y de combustibles gastados.