Solo el 54 % de los residuos electrónicos europeos entra en circuitos de recogida formal
El 2050 Critical Raw Materials Outlook for Waste Electrical and Electronic Equipment in the European Union plus Iceland, Norway, Switzerland and the United Kingdom, elaborado en el marco del proyecto Futuram —sucesor del programa ProSUM— constituye uno de los análisis más completos sobre los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) en Europa, junto con el Global E-waste Monitor a escala mundial.
El informe aplica la metodología UNU-Key, que clasifica los equipos eléctricos y electrónicos en 54 categorías basadas en su función, composición material y potencial de reciclaje. Este enfoque, más preciso que las categorías normativas europeas y españolas, permite identificar con mayor detalle los flujos de materiales y evaluar el grado de circularidad de los recursos.
Los resultados revelan que el 46 % de las materias primas críticas (CRM) contenidas en los RAEE se pierden por una recogida ineficiente, mientras que un 20 % adicional de las que sí se gestionan adecuadamente se desperdicia durante el reciclaje. Estas pérdidas evidencian las debilidades actuales de los sistemas de recuperación de recursos y la necesidad de reforzar la economía circular en el sector electrónico.
El estudio propone mejorar las tasas de recogida y desmantelamiento, identificar con precisión los componentes que contienen CRM y fortalecer las políticas que incentiven su recuperación. Estas acciones no solo contribuirían a la reducción de la dependencia europea de la minería primaria, sino que también generarían nuevas oportunidades industriales y de empleo, reduciendo los impactos ambientales asociados a la extracción de materias vírgenes.
Finalmente, el informe subraya la relevancia de garantizar el acceso público a los datos sobre composición y gestión de RAEE para facilitar la investigación y la innovación empresarial. Asimismo, advierte que el estudio se limita a los EEE, aunque existen otras fuentes secundarias de CRM —como baterías, vehículos o residuos mineros— que también deberían incorporarse en futuras estrategias de sostenibilidad y aprovechamiento de materiales críticos.






