La industria de los datos es la causante de aproximadamente el 2% de las emisiones globales, según Greenpeace. Además, la International Energy Agency (IEA) estima que en 2022 se emplearon entre 240 y 340 TWh de energía para centros de datos (excluyendo criptodivisas). Este consumo podría crecer hasta un 200% en 2030. A pesar de estos datos, un uso responsable de las tecnologías y la IA puede ser clave en términos de sostenibilidad.

Los centros de datos, fundamentales para almacenar y procesar información online, consumen un volumen muy elevado en términos de kilovatios-hora. Mientras, la computación en la nube, aunque es esencial, genera emisiones de carbono significativas. Además, la proliferación de dispositivos IoT ha incrementado la demanda energética y las emisiones. Por ello, señalamos los beneficios para la sostenibilidad empresarial al reducir la huella de carbono. 

La implementación de tecnologías de inteligencia artificial para optimizar el uso de energía en los centros de datos puede reducir significativamente el consumo energético. La IA puede prever las necesidades de carga y ajustar dinámicamente el uso energético, lo que puede mejorar la eficiencia y disminuir las emisiones.

La IA es capaz de monitorizar y gestionar el consumo energético en tiempo real, identificar áreas de mejora y evitar el desperdicio. Esto permite a las empresas implementar estrategias más eficientes de uso de energía, reducir costes operativos y su huella de carbono. El White Paper Tech Trends: Energy & Utilities, asegura que los hitos conseguidos en los ámbitos de la salud, la alimentación, el transporte, la tecnología o la industria han impactado generando un impacto positivo sin precedentes para la humanidad, pero han traído consecuencias negativas no previstas para el medioambiente. Por ello, el desafío de esta nueva revolución será desarrollar todos estos procesos desde una visión de eficacia con los recursos, procurando el impacto cero para el planeta y la sostenibilidad económica para la sociedad y sus ciudadanos.

La IA también puede mejorar la gestión de recursos y la logística empresarial. Al analizar grandes volúmenes de datos, las empresas pueden identificar patrones y optimizar sus cadenas de suministro para reducir el desperdicio. Una sugerencia es utilizar la IA para prever la demanda de productos y ajustar la producción en consecuencia, minimizando así el exceso de inventario y los residuos asociados.

La inteligencia artificial puede optimizar las rutas de transporte y la gestión de inventarios y reducir el consumo de combustible y las emisiones de CO₂. La IA también permite una planificación más precisa, lo que evita excesos de producción y transporte innecesario.

Apostar por el ecodiseño (introducir la sostenibilidad en todas las fases de un producto) facilita la creación y desarrollo de productos más eficientes y responsables a nivel medioambiental. Al analizar grandes volúmenes de datos, las compañías pueden identificar oportunidades para mejorar el rendimiento energético de sus productos y disminuir el impacto ambiental a lo largo de todo su ciclo de vida.

[Este contenido ha sido reelaborado a partir de RRHH Digital]