Un contenedor amarillo en Bilbao para los restos del botellón
El Ayuntamiento de Bilbao ha decidido incorporar un nuevo contenedor a la extensa oferta de almacenes de basura para facilitar la recogida selectiva y el reciclaje. Se trata de un contenedor de color amarillo destinado en exclusiva a la recogida de los restos del botellón, una práctica de ocio que se ha convertido en un problema de limpieza allá donde se realiza con frecuencia.
El Consistorio aprovechará la campaña de Navidad para colocar los primeros depósitos en siete «puntos calientes» donde los jóvenes se citan a beber en buen número: Arbolantxa, plaza San Vicente, Jardines de Albia y las calles Uribitarte, Ripa, Villarías y Príncipe. La idea es facilitarles la retirada de botellas y vasos para evitar que acaben desperdigados por las calles. Hasta con un lema: 'Encesta'.
Es la pegatina que decora estos contenedores amarillos, concebidos dentro de un plan de choque para intentar corregir los efectos del botellón; en este caso, en el campo de la recogida de desperdicios. «Tenemos la ciudad más limpia porque sencillamente limpiamos mucho. Seguiremos así, pero un comportamiento adecuado y más cívico nos ayudaría en esta tarea. Además, no es un esfuerzo grande. Nosotros les acercamos el contenedor», explica la directora de Servicios del Ayuntamiento, Marta Barco.
El Consistorio, a través de la Concejalía de Juventud y Deportes, realizó el año pasado una primera aproximación al problema con la colaboración de educadores. Tras contactar con 4.500 jóvenes que practicaban el botellón, llegó a la conclusión de que los chavales sólo barajaban alternativas de ocio «vinculadas al consumo de alcohol» y que no se planteaban cambiar de hábitos, pese a ser conscientes de que su trasiego en la vía pública provoca molestias al vecindario, sobre todo si descuidan la limpieza y se pasan con el ruido.
Descartado de plano la creación de un «botellódromo», la solución soñada por los consultados, el Ayuntamiento intentará al menos ponérselo fácil a la hora de recoger los restos de la fiesta. Los nuevos contenedores amarillos, equipados con ruedas, estarán operativos desde la tarde del jueves a la mañana del domingo. Los operarios los vaciarán cada jornada. En una primera fase se instalarán quince depósitos en esas siete zonas, aunque la idea es extenderlo a otras ocho calles más.
El Consistorio de Bilbao se ha volcado en la limpieza, uno de los aspectos más valorados por los visitantes, pero también en el reciclaje. Aspira a alcanzar en el año 2020 el objetivo europeo de reciclar el 50% de los residuos que recoge. A finales de 2006 esa tasa era del 13,4%, elevada hasta el 27% diez años después. En busca de ese reto ha apostado por la extensión del llamado quinto contenedor, reservado para el almacenaje de restos vegetales –cocinados o no– y de flores y plantas. Con 373 unidades, ya sirve al 45% de la población. Su contenido se traslada a una planta de compostaje, donde se transforma en abono. JOSÉ MARI REVIRIEGO