El alcalde, Francisco Salado, explicaba que las ventajas de este acuerdo radicaban en poder liberar a parte de los efectivos de limpieza para otras tareas y que con la maquinaria de la Diputación se podrán recoger los residuos más frecuentemente, ya que el Consorcio Provincial de Residuos ha renovado su flota de camiones de carga lateral para facilitar la tarea de la recogida de los contenedores de envases en todos los municipios malagueños en los que opera este organismo.

Además de continuar fomentando la cultura del reciclaje y concienciando a los ciudadanos, el Consistorio ha reforzado la vigilancia en contra de conductas incívicas como la presencia de excrementos de mascotas en las calles, con sanciones que pueden alcanzar hasta los 300 euros para los dueños de perros que no recojan las deposiciones de las vías públicas.

Asimismo, se ha aprobado una nueva ordenanza para la limpieza de los espacios públicos y la gestión integral de los residuos sólidos urbanos, una norma que dará seguridad jurídica a todo lo relacionado con la conservación del entorno y la limpieza de las calles.

Esta nueva ordenanza establece sanciones de hasta tres mil euros para las infracciones consideradas como muy graves, entre las que se encuentran realizar un acto público sin que se haya coordinado después la recogida de residuos o las correspondientes operaciones de limpieza viaria. En cuanto a las infracciones graves, estas podrán alcanzar sanciones que van desde los 751 hasta los 1.500 euros.

En este apartado se incluyen el no depositar los residuos en contenedores en la forma y condiciones que exige la normativa -hay horarios de verano e invierno-, cuando se produzcan daños al entorno, o las infracciones leves que causen daños a bienes municipales. La ordenanza también establece un apartado de infracciones leves, entre las que se incluyen la prohibición de depositar alrededor de los contenedores bolsas, cartones, restos de podas y en general, cualquier tipo de residuos, aún encontrándose el contenedor a rebosar.