Un proyecto europeo pretende crear plásticos a partir de material orgánico
La nanotecnología permitirá desarrollar métodos para que los estos plásticos adquieran propiedades avanzados y se constituyan como una alternativa a los derivados del petróleo. El proyecto europeo, denominado ECLIPSE, tendrá una duración de 3 años (2012-2014), y cuenta con la participación de importantes entidades, universidades, empresas, etc., de países como Alemania, Bélgica y España, y otras entidades latinoamericanas procedentes de Chile y Colombia.
Una gran parte de los materiales plásticos presentes en el mercado están fabricados con derivados del petróleo y dañan el medio ambiente. Ante la posibilidad de agotamiento de reservas del crudo,"defendida por teorías como la Teoría del Pico de Gubert ", sumada al incremento de su precio, ha generado una gran corriente para poder desarrollar fórmulas alternativas a este producto.
Los plásticos fabricados a partir de ácido poliláctico (PLA), provenientes de material orgánico como el maíz o la remolacha azucarera, son una opción que va ganando cada vez más peso. Sin embargo, el uso de estas materias primas se ve con cierto recelo, ya que un reciente informe publicado por la Unión Europa (Report COM 2010, on indirect land-use change related to biofuels and bioliquids) constata que cada vez se destina más superficie agrícola al cultivo de vegetales para la producción de biocombustibles y bioplásticos.
Como consecuencia de esta situación, los productos alimenticios básicos como el maíz o el trigo encarecen el precio y se genera una gran presión para dedicar más terreno al cultivo agrícola. Esto produce unas consecuencias muy negativas para consumidores y pequeños productores de los países menos desarrollados.
El proyecto que lidera Cidetec-IK4 busca desarrollar materiales plásticos derivados de material orgánico de desecho. El empleo de materias primas como los residuos de la planta de banana, la cáscara de almendra o la cáscara de crustáceos tiene ventajas adicionales como, entre otras, que no influye en el precio final de los alimentos y no afecta de manera directa en el medio ambiente.
El proceso que se sigue comienza tomando los residuos de la producción de biodiesel, unos glúcidos, y procesarlos para obtener ácido láctico. Posteriormente, se polimeriza el ácido láctico para obtener PLA. Aquí es donde entra en juego la nanotecnología puesto que mediante el añadido de nanofibras de residuos orgánicos se consigue que los plásticos presenten una mayor resistencia a agentes externos y unas mejores propiedades mecánicas.
Ibon Odriozola, responsable de la Unidad de Nanotecnología en Cidetec-IK4 opina que no sólo se trata de un reto medio ambiental sino que ECLIPSE también tiene un objetivo económico ya que procura el incremento de la competitividad de los países europeos en el mercado de los biopolímeros sin aumentar el precio de los alimentos básicos.
Actualmente, Europa está a la cabeza en el consumo mundial de biopolímeros, pero, sin embargo, el principal productor de biopolímeros es estadounidense y emplea el maíz como materia prima, por lo que compite directamente con la producción de alimentos. No obstante, el proyecto ECLIPSE plantea la obtención de biopolímeros a partir de residuos y por lo tanto no compite en el mercado con los productores de alimentos. Además, el empleo de materiales de desecho reduciría aún más el costo de la producción de biopolímeros.
Vía Uviteco
juandesant (cc)
San Sebastián