Universidades valencianas estudian los efectos de los microplásticos en la fauna marina
La Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU-UCH) y la Universitat de València (UV) colaboran con la iniciativa “Mares Circulares” en el estudio de los efectos de los microplásticos en la fauna marina. El proyecto aprovechará los datos ofrecidos por las investigaciones para buscar soluciones y nuevos modelos con el fin de promover la economía circular.
Así, el CEU-UCH está llevando a cabo el estudio “Evaluación de microplásticos en peces óseos del litoral español: de la red trófica a la economía circular"; mientras que la UV lleva a cabo el “Estudio de los microplásticos en tortugas marinas y delfines: análisis de impactos de la economía lineal desde la Red de Varamientos de la Comunitat Valenciana”, ha explicado la organización de la iniciativa en un comunicado.
Los estudios científicos desarrollados por estas universidades se centran en el ámbito de la investigación y economía circular. En concreto, el estudio del CEU-UCH analiza el contenido estomacal de varias especies recogidas por pescadores locales (dorada, boga, besugo y pez luna) con el fin de verificar la presencia de microplásticos, cuantificarlos y clasificarlos. Por otro lado, el segundo estudio analiza los contenidos estomacales e intestinales de tortugas marinas y delfines encontrados varados en playas o recogidos por pescadores. Con el apoyo a estos dos estudios, la iniciativa “Mares Circulares” persigue aprovechar los datos ofrecidos por las investigaciones para buscar soluciones y nuevos modelos con el fin de promover la economía circular.
El investigador de la UV Jesús Tomás ha destacado que con estos estudios tratan de identificar los residuos plásticos que más contribuyen, por su degradación, a la presencia en las especies de vertebrados marinos de microplásticos, que usan como indicadores de la contaminación presente en los mares, una información que considera "de gran importancia para proponer cambios en la industria que promuevan una economía más circular".
Por su parte, la doctora Ana E. Ahuir-Baraja, profesora asociada de la CEU-UCH, ha señalado que algunos plásticos pueden liberar sustancias tóxicas que se acumularían en tejidos y órganos de las especies que los ingieren. "En el caso de especies de peces de consumo humano, la toxicidad acumulada puede llegar a ser un problema de salud. El proyecto que estamos desarrollando está intentando verificar el impacto de los microplásticos en la red trófica marina y el riesgo que podría suponer para el ser humano", ha sostenido. "Cuanto mayor sea nuestro conocimiento sobre la problemática del plástico, tendremos una mayor implicación social y económica para poder transformar la actual economía lineal en una más circular, cuyo objetivo será tratar de mitigar las causas", ha apuntado la doctora.