Ventajas del compostaje doméstico: residuo orgánico limpio, abono natural y reduce emisiones de CO2
El presidente de Sogama, Luis Lamas, expuso los beneficios ambientales del compostaje doméstico con dos argumentos básicos: la posibilidad de fabricar, a partir de la materia orgánica generada en las viviendas, un abono natural de alta calidad que sustituye a los fertilizantes químicos, y la ventaja que supone, a nivel de reducción de emisiones de CO2, la menor frecuencia de recogida de los desechos convencionales. Y ello por una razón evidente, y es que “si la basura que producimos en nuestros hogares está conformada en un 40% por restos orgánicos y éstos se recuperan en forma de compost, evitaremos introducirlos en los contenedores verdes genéricos, permitiendo que los ayuntamientos aminoren la frecuencia de recogida y, por tanto, los viajes que deben realizar a las plantas de tratamiento”; una actuación que, según el máximo responsable de esta entidad pública, no solo se traduce en un notable ahorro medioambiental, sino también económico.
Si bien es cierto que la fabricación de compost casero forma parte de la tradición gallega, ahora el proceso se moderniza con la utilización de compostadores, que lo hacen más cómodo e higiénico. Efectuando una buena segregación de la materia orgánica y controlando parámetros tales como la humedad y la temperatura, el abono obtenido reunirá todos los requisitos de calidad. Y así lo ha certificado en repetidas ocasiones la Universidad de Santiago de Compostela a través del análisis de muestras de compost recogidas en varios concellos adscritos al programa de autocompostaje impulsado por Sogama y que ya se extiende a más de 1.800 viviendas de medio centenar de localidades.
Aunque durante los primeros siete meses del año en curso se han incrementado en un 3 por ciento los residuos depositados por la ciudadanía en los contenedores amarillos, destinados a acoger envases de plástico, latas y briks, lo cierto que el presidente de Sogama, a pesar de que valora positivamente este dato, considera que es insuficiente, recomendando ser mucho más ambiciosos y superar las 21.000 toneladas recepcionadas el pasado año en la planta de clasificación del complejo medioambiental de Cerceda.
Asimismo, entiende que también resulta necesario mejorar la tasa de impropios (desechos incorrectamente depositados en este recipiente), ya que todavía se encuentra en el 28 por ciento. De ahí la razón de ser la campaña educativa que promueve la propia Sociedad y la Consellería de Medio Ambiente bajo el lema “Separemos ben, reciclaremos mellor”, y que está circulando por toda la geografía gallega, previendo que, de aquí a junio del 2014, haya pasado por más de 170 concellos gallegos, informando y concienciando a la ciudadanía a pie de calle sobre la importancia de su colaboración en el reciclaje para que éste sea viable.
Respecto a los errores más frecuentes en el caso del contenedor amarillo, Luis Lamas considera que el hecho de pensar en que en éste deben depositarse todos los plásticos en general, y no únicamente los envases y envoltorios, es un “error de concepto”. Es por ello que hizo una recomendación para no entorpecer y dificultar el proceso de recuperación y reciclado: “ante la duda, el destino debe ser siempre el contenedor verde convencional”.
Lo mismo sucede en el caso del compostaje industrial, ya que si el abono resultante contiene metales pesados, no solo no servirá para aplicar en la agricultura, sino que incluso puede ocasionar graves perjuicios. Y ésta es precisamente la principal ventaja que tiene el compostaje doméstico: “estamos ante un residuo orgánico limpio”, aseveró.
Vía: ECOticias
Foto de Lisa bunchifpants (cc)
Gestores de Residuos en Galicia
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