2018, el año en que la moda liderará la transformación a la economía circular

En los últimos años, ha aumentado la preocupación por los impactos que ocasiona el modelo económico de crecimiento a cualquier precio en las personas y el ambiente. Todos los sectores económicos, políticos y sociales, de alguna u otra manera, reconocen la necesidad de cambiar de paradigma de desarrollo si queremos asegurar nuestra supervivencia en la Tierra.
El modelo lineal de la industria es la causa de muchos problemas ambientales e ineficiencias a gran escala que supone pérdidas económicas de más de 500 mil millones de dólares. Si nada cambia, en 2050 la industria de la moda utilizará un 25% del presupuesto de carbono del que disponemos. Además, la industria de la moda es una de las principales promotoras del modelo de usar y tirar que caracteriza a la economía lineal.
Cada año se consumen alrededor de 70 millones de toneladas de ropa y se estima que en 2050 se comprarán alrededor de 160 millones de toneladas en el mundo. La vida útil promedio de estas prendas es de menos de 3 años, según Fiber2 Fashion. Pero un estudio reciente de Ellen Mc Arthur Foundation, señala que el 50% de la producción de fast fashion se torna residuo en menos de un año. Cada segundo, el equivalente a un camión de basura lleno de textiles se dispone o quema al final de su vida útil, de los cuales, menos del 1% es reciclado. El modelo está preparado para ser una gran fuente de residuos de gran valor, es decir una fuente de ineficiencia a escala global. Por ello, hacer la transición sel modelo “extraer-usar-tirar” a una economía circular de “extraer-hacer-rehacer” es un paso necesario para la supervivencia de la industria.
Después de varios años de escándalos y tímidas acciones por parte de las compañías y grupos del sector moda, el año 2017 terminó con el discurso de la sostenibilidad introducido en las agendas de las principales compañías de la industria y muchas de ellas cuentan ya con estrategias sólidas para implementar la innovación sostenible en su modelo de negocio. A pesar de su retraso, las empresas líderes del sector de la moda han adoptado los principios del desarrollo sostenible y, en el último año, de la economía circular, transformándose en ejemplos no solo para su sector sino para toda la economía.
Los verdaderos pioneros de la economía circular en la industria de la moda fueron pequeñas iniciativas esparcidas a nivel global como MUD Jeans que tiene un modelo de negocio basado en la experiencia y que recupera sus productos para reciclarlos.
Pero es en 2017 cuando H&M, uno de los retailers de fast fashion más grandes del mundo anuncia un compromiso fundamental para la economía circular: ser 100% circular, 100% energía renovable y 100% igualitario y justo en 2030. H&M está lejos de ser la única compañía que ha tomado acciones de gran calado en el sistema. En el Copenhagen Fashion Summit de 2017, Global Fashion Agenda hizo un llamado a las marcas y retailers a firmar un compromiso para acelerar la transición a un sistema de producción circular. En junio del mismo año, 64 compañías y corporaciones, representando a 142 marcas y el 7,5% del mercado global de la moda se comprometieron a definir objetivos y reportar anualmente sobre su progreso en materia de circularidad en la industria.
Como resultado de estas acciones, durante el año 2018 veremos una profundización del impacto y una cristalización del modelo. El año empezó con la primera reunión de líderes del sector de la industria para discutir conjuntamente con Naciones Unidas , el rol del sector en la lucha contra el cambio climático y, en Davos, los líderes de la moda, lejos de ser invitados únicamente a una discusión alrededor de la industria, vieron como sus temas se integraron en una agenda más amplia otorgando una presencia central de la industria de la moda en el escenario principal del foro.
Aunque aún queda mucho trabajo por hacer, políticos, empresarios y organizaciones sociales de todo el mundo se dan cuenta del poder y el potencial que tiene la industria de la moda para hacer un cambio sustancial en nuestro modelo económico y de consumo.
La industria de la moda es una de las industrias más persuasivas del mundo. Sus exitosas estrategias de marketing han logrado que ciudadanos de todo el mundo se muevan bajo sus dictámenes de manera inmediata y entusiasta. Esto otorga a las empresas un gran poder y una gran responsabilidad para tornarse ejemplo y propulsar la innovación para desarrollar economía circular, basada en la naturaleza y con el foco más allá del capital financiero; un sistema que operará dentro de las fronteras del planeta, siendo inclusivo con las generaciones presentes y las futuras.